LA MODA DEL TRANSTORNO

La moda es en primer lugar un fenómeno cultural muy ligado al pensamiento. De hecho son muchos los que a la hora de estudiar una cultura o una sociedad, se fijan precisamente en cómo se viste. Sin tener que remontarnos a la historia, un ejemplo actual de la importancia de la moda es el problema de la anorexia ... Los datos hablan por si solos: en los últimos diez años el incremento del número de afectados por anorexia ha sido galopante. En la actualidad, en los países desarrollados, la anorexia nerviosa afecta aproximadamente a una de cada 200 jóvenes de entre 12 y 14 años y aunque las mujeres jóvenes (chicas entre 14 y 18 años) siguen siendo el colectivo más afectado, los varones, las mujeres maduras y los niños/as menores de 12 años comienzan a sumarse a la lista de víctimas de esta afección. La moda influye no sólo en la forma de vestir, sino en el modo de vivir, un ejemplo claro, se puede ver en las campañas publicitarias donde se muestran estereotipos de belleza representados por modelos, ejerciendo modos concretos de conducta: en la relación hombre - mujer, con los amigos, ante los padres, situaciones de exito, etc. La anorexia nerviosa es más frecuente en la mujer que en el varón en una proporción de 10 a 1. La bulimia se da con más frecuencia que la anorexia nerviosa, su incidencia es 4 veces mayor. Los estudios plantean que entre el 3 y el 10% de las chicas la padecen. Entre el 50 y el 60% de los casos se cura y el resto de pacientes cronifican la enfermedad. La mortalidad por anorexia nerviosa es de un 10% entre las pacientes que la padecen. El culto hacia la delgadez, a la figura ideal, así como las dietas, pueden tapar el desarrrollo de una anorexia y que esta no sea tomada como una enfermedad, sino mas bien como el logro de una meta a la que el ser humano debe llegar. Existe un deseo desmedido de adelgazar, acompañado de un intenso miedo a engordar, por lo que se come muy poco o se siguen dietas muy severas, de igual modo, se asocia la delgadez a la búsqueda de la perfección y de la felicidad. Estas dietas son percibidas como algo saludable y tomadas subjetivamente como una forma de mantenerse “sano”.
Es preciso abrir los ojos ante ciertos comportamientos como:
•Hacer deporte en exceso y tener preferencia por los alimentos light.
•Tener un estado de ánimo triste con grandes cambios de humor y aislarse continuamente.
•En relación con los alimentos: hacen trozos pequeños, los esparcen por el plato, revuelven la comida, la secan con servilletas para evitar todo tipo de grasa.
•Padecen estreñimiento debido a su escasa dieta y tiene dificultades para dormir bien. (el tránsito intestinal correcto debe ser de una evacuación diária)
•Acumular golosinas y comer con la sensación de no poder parar, en el caso de la bulimia. Los principales síntomas de la anorexia son:
•Rechazo a mantener el peso corporal por encima del mínimo adecuado para la estatura, llegando a situaciones de delgadez extrema.
•Miedo intenso a engordar, incluso cuando el peso es muy bajo.
•Sensación de estar gordo/a en general o en algunas partes del cuerpo, como nalgas, muslos, abdomen.
•Saltarse comidas o retrasarlas exageradamente con la escusa del trabajo, los estudios etc ... Tienen una percepción de su cuerpo que no es real. Aunque estén realmente delgados/as, su espejo les dice que siguen estando gordos/as.
•Aparecen otro tipo de problemas físicos que acompañan a la desnutrición, como es en el caso de las mujeres la retirada o el retraso de la menstruación.
•Ejercicio físico excesivo.
•Conducta alimentaria extraña: comen de pie, cortan los alimentos en pequeños trozos. •Incremento de las horas de estudios o trabajo y disminución de las de sueño. Todo ello puede producir en la/el enferma/o una serie de consecuencias físicas y de comportamiento:
•Pérdida de peso alarmante.
•Amenorrea (pérdida de menstruación).
•Aparición de vello o intolerancia al frío.
•Tensión baja, arritmias.
•Aislamiento social
•Irritabilidad.
•Pánico a ganar peso.
En ocasiones, la delgadez se asocia a prestigio social, éxito, belleza, elegancia y salud, y que la moda y los medios de comunicación pretendan que las personas sigan un mismo modelo estético y forma de vida es irracional, pero acorde con el deseo de todas las personas. Las personas con transtornos alimentários (no necesariamente severos) influyen determinantemente en sus hijos, puesto que les comunican su obsesión con el aspecto que ellos traducen por salud. Pueden mostrar una preocupación exagerada por la dieta de sus animales de compañía o por el aspecto de sus amigos. Sintiendo vergüenza de estos si son obesos o les consideran excesivamente gordos.

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