ALREDEDOR DE ESTE ENJAMBRE DE CALLES ABSOLUTAS



A mi aun me caben millones de dudas
sobre la autenticidad de la cordura
cuando aparece un hombre y en sólo tres versos
hace temblar millones de conceptos.
(Roberto Cantele)

Voy a seguir encubriendo a este cielo,
de plomizos colmillos
que no duda en abusar de las costas de la mente
en el preciso instante en el que la memoria
pierde sus modales y vomita la silueta
de todas las princesas encerradas en los cuentos.

Intentaré entender a cada uno de los espectadores
a los que se les olvida cómo aprietan los zapatos
cuando los poetas se empeñan en fumarse los paraguas
y la labor del verso se hace respirable
al encender incienso de canela.

Todo es magia
alrededor de este enjambre de calles absolutas
que ratifican su enemistad con el bullicio
por escuchar el silencio de los ángeles
o para no pasar por alto
que la lluvia siempre será la mejor relaciones públicas
de esas minas que se visten de seda
para alucinar
a los desprevenidos comensales del ahogo.

Me gusta pensar que la imaginación es por tanto mi testamento
pero mientras llega
me he puesto una toalla en la frente
para amortiguar la hemorragia de saberme.

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1 Comentarios

  1. Marian,

    Cierto que cuando uno se tapa con la toalla, parece tapar ese mundo del testamento imaginativo. De todas formas, eso queda siempre que se intente.

    Estas redes, de ciudades, igual dejan lugar para poetas y sus paraguas.

    Un placer leerte,

    Bea

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