Desde el lugar del susto ...


Desde el lugar del miedo haría volar sillas de color naranja y olor a menta hacia el lugar de la risa estupefacta. Será que el susto me ha encontrado desprevenida.

Las piernas ruedan salteando las sábanas
y el suelo absorbe en caídas breves.
Cuando los límites del lecho atraviesan el equilibrio,
es definitivo que las olas surgirán a ras de la luna.

El tiempo gira al revés,
rápido y lento-
pausado y callado-
en las agujas agigantadas
del interior cálido.

¿Dije que las piernas caen desde el lugar del miedo?

Voltea hacia arriba la mirada comprensiva,
la palma de los pies escudados en rosa perla de esmalte.

Mirar el techo,
con la acrobacia completada,
sorprende el deseo loco.

La próxima vez saluda desde ahí.
Los enojos se vuelven torpes y la luna planea en cuadrado.

Beatriz Pérez Sánchez

Barcelona, a 12 de octubre de 2006.

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