Max Weber
Raíces de las Sectas:
Como
se recoge de los planteamientos de Max
Weber,
una agrupación de cualquier naturaleza es vista como positiva en
tanto en cuanto mejora y hace crecer o madurar a la persona, y por
contra es percibida como negativa, si empeora la calidad de vida de
la persona, la disminuye, la anula y la supedita a individuos y/o
grupos dejándola sin voluntad.
Las sectas más veteranas tienen su origen en EEUU en el siglo XIX y en occidente suelen tener sus raíces en elcristianismo, aunque se encuentran grupos con aires orientalistas, y mayormente sincréticos.
Teniéndo en cuenta que el catolicismo se estructura con una férrea jerarquía piramidal que durante decenios ha impedido la floración de sectas y escisiones, en su mayor parte, insisto en occidente, son de origen protestante.
Sin embargo dentro del catolicismo, tanto el Opus Dei o los Legionarios de Cristo por ejemplo, muestran características de corporación claramente sectarias, reveladas por trabajos sociológicos, por reportajes periodísticos y por páginas web en las que antiguos acólitos expresan sus vivencias.
Muy destacadas en la línea protestante son: la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días o Mormones, los Adventistas del Séptimo Día y los Testigos de Jehová.
El poder político y económico acumulado con los años, ha permitido a estos grupos presentarse hoy como religiones establecidas y aceptadas por la sociedad. Los Testigos de Jehová ya tienen en 2020 ocho millones setecientos mil seguidores en el mundo, según sus propios cálculos.
Las sectas destructivas suelen tener tintes retrógrados, antidemocráticos, ultraderechistas (y por ende fascistas y neonazis) así como racistas, machistas y elitistas. Sus líderes actúan como dioses encarnados, sus seguidores son meros esclavos. En su proceso de captación, utilizan técnicas coercitivas que propician la ruptura de la identidad en las personas y causan la devastación de los lazos afectivos. No podemos olvidar que este tipo de grupos, son proclives a conculcar derechos jurídicos inalienables que son fundamentales en un Estado de Derecho.
Las sectas más veteranas tienen su origen en EEUU en el siglo XIX y en occidente suelen tener sus raíces en elcristianismo, aunque se encuentran grupos con aires orientalistas, y mayormente sincréticos.
Teniéndo en cuenta que el catolicismo se estructura con una férrea jerarquía piramidal que durante decenios ha impedido la floración de sectas y escisiones, en su mayor parte, insisto en occidente, son de origen protestante.
Sin embargo dentro del catolicismo, tanto el Opus Dei o los Legionarios de Cristo por ejemplo, muestran características de corporación claramente sectarias, reveladas por trabajos sociológicos, por reportajes periodísticos y por páginas web en las que antiguos acólitos expresan sus vivencias.
Muy destacadas en la línea protestante son: la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días o Mormones, los Adventistas del Séptimo Día y los Testigos de Jehová.
El poder político y económico acumulado con los años, ha permitido a estos grupos presentarse hoy como religiones establecidas y aceptadas por la sociedad. Los Testigos de Jehová ya tienen en 2020 ocho millones setecientos mil seguidores en el mundo, según sus propios cálculos.
Las sectas destructivas suelen tener tintes retrógrados, antidemocráticos, ultraderechistas (y por ende fascistas y neonazis) así como racistas, machistas y elitistas. Sus líderes actúan como dioses encarnados, sus seguidores son meros esclavos. En su proceso de captación, utilizan técnicas coercitivas que propician la ruptura de la identidad en las personas y causan la devastación de los lazos afectivos. No podemos olvidar que este tipo de grupos, son proclives a conculcar derechos jurídicos inalienables que son fundamentales en un Estado de Derecho.
Influencia social y la obediencia:
La influencia social es el proceso por el cual se cambia la opinión, la actitud y el juicio de otras personas, es decir, es el influjo que tiene la conducta de unos pocos para modificar la de otras personas.
Solomon Asch realizó un experimento social, que consistió en reunir a una serie de personas en grupos de seis a nueve componentes, todos menos uno eran cómplices del experimentador. Debían observar cartulinas en las que aparecían tres líneas paralelas de distinta longitud y decir cual de las tres era de la misma medida que la línea de la cartulina modelo.
Los sujetos iban dando su respuesta conforme al orden en el que estaban sentados, estando el sujeto de estudio en penúltima posición para que pudiera saber la respuesta de la mayoría del grupo antes de contestar. En los dos primeros ensayos todos los sujetos contestaron correctamente, pero en los doce ensayos siguientes los cómplices contestaron de forma incorrecta y unánime. Los sujetos de estudio contestaron incorrectamente el 36’8% de las veces en las que los cómplices contestaban erróneamente, lo que no ocurría cuando se les pasaba la prueba en solitario.
Gran parte de los sujetos de estudio afirmaron que habían contestado igual que el resto del grupo porque consideraban que estaban equivocados y la gran mayoría tenía razón; tan sólo un sujeto de estudio de los que contestaron como la mayoría creyó que las respuestas eran correctas; una pequeña parte de los sujetos de estudio contestaron igual que la mayoría sabiendo que las respuestas eran erróneas, para no sentirse aislados.
La obediencia a la autoridad es otro proceso de influencia social basado en que una persona en posición de autoridad influya sobre el comportamiento de los individuos que están subordinados a él.
Los estudios realizados por Stanley Milgram sobre la obediencia a la autoridad trataban de comprobar cual era la disposición que tenían los participantes en el experimento para obedecer a una persona que tenía el rol de autoridad, sobre todo cuando las órdenes que debían seguir chocaban con su conciencia.
La obediencia se produce cuando un individuo se transforma en una herramienta que satisface los designios de otro, sin concebir tales actos como propios. Cuando la autoridad ordena realizar actos que atentan contra los principios morales del subordinado, surge un conflicto interno que puede resolverse de dos maneras, obedeciendo y haciendo caso omiso a la conciencia, o desafiando a la autoridad y poniendo por delante el respeto a la moral.
El experimento de Milgram en la Universidad de Yale, trató explícitamente sobre la obediencia a la autoridad. El fin de la prueba era medir la disposición de un participante para obedecer las órdenes de una autoridad aun cuando estas pudieran entrar en conflicto con su conciencia.
El experimento requiere tres personas: el experimentador, que es un investigador de la universidad, el “maestro o profesor”, que es un voluntario al que se le oculta que en realidad va a participar en una investigación sobre la obediencia a la autoridad, y el alumno, que es un cómplice del experimentador, y que de cara al “maestro” se hace pasar por participante en el experimento. El experimentador le explica al participante que tiene que hacer de maestro, y tiene que castigar con descargas eléctricas al alumno cada vez que falle una pregunta.
Según la figura superior, el investigador (V) persuade al participante (L) para que dé lo que éste cree son descargas eléctricas dolorosas a otro sujeto (S), el cual es un actor que simula recibirlas. Muchos participantes continuaron dando descargas a pesar de las súplicas del actor para que no lo hiciesen.
A medida que el nivel de las falsas descargas aumenta, el “alumno” empieza a golpear el cristal que lo separa del “maestro” y manifiesta alguna dolencia cardíaca, grita, se queja, y pide la finalización del experimento. Finalmente, al alcanzarse los 270 voltios, grita de agonía. Lo que el participante escucha es en realidad una grabación de gemidos y gritos de dolor. Si el nivel de supuesto dolor alcanza los 300 voltios, el “alumno” dejará de responder a las preguntas y se producirán estertores previos a un coma fingido.
Cuando los “maestros” alcanzaban los 75 voltios, mostraban incomodidad ante las quejas de dolor de sus “alumnos” y deseaban parar el experimento. Al llegar a los 135 voltios, muchos se detenían y se preguntaban el propósito del experimento. Cierto número continuaba asegurando que ellos no se hacían responsables de las posibles consecuencias.
Según la figura superior, el investigador (V) persuade al participante (L) para que dé lo que éste cree son descargas eléctricas dolorosas a otro sujeto (S), el cual es un actor que simula recibirlas. Muchos participantes continuaron dando descargas a pesar de las súplicas del actor para que no lo hiciesen.
A medida que el nivel de las falsas descargas aumenta, el “alumno” empieza a golpear el cristal que lo separa del “maestro” y manifiesta alguna dolencia cardíaca, grita, se queja, y pide la finalización del experimento. Finalmente, al alcanzarse los 270 voltios, grita de agonía. Lo que el participante escucha es en realidad una grabación de gemidos y gritos de dolor. Si el nivel de supuesto dolor alcanza los 300 voltios, el “alumno” dejará de responder a las preguntas y se producirán estertores previos a un coma fingido.
Cuando los “maestros” alcanzaban los 75 voltios, mostraban incomodidad ante las quejas de dolor de sus “alumnos” y deseaban parar el experimento. Al llegar a los 135 voltios, muchos se detenían y se preguntaban el propósito del experimento. Cierto número continuaba asegurando que ellos no se hacían responsables de las posibles consecuencias.
Los aspectos legales y filosóficos de la obediencia son de enorme importancia, pero dicen muy poco sobre cómo la mayoría de la gente se comporta en situaciones concretas. Monté un simple experimento en la Universidad de Yale para probar cuánto dolor infligiría un ciudadano corriente a otra persona simplemente porque se lo pedían para un experimento científico. La férrea autoridad se impuso a los fuertes imperativos morales de los sujetos (participantes) de lastimar a otros y, con los gritos de las víctimas sonando en los oídos de los sujetos (participantes), la autoridad subyugaba con mayor frecuencia. La extrema buena voluntad de los adultos de aceptar casi cualquier requerimiento ordenado por la autoridad constituye el principal descubrimiento del estudio.
Stanley Milgram. The Perils of Obedience (Los peligros de la obediencia. 1974)
El estudio posterior de los resultados y el análisis de los múltiples test realizados a los participantes demostraron que los “maestros” con un contexto social más parecido al de su “alumno” paraban el experimento antes. Se comprobó que el 65 % de los sujetos que participaron como “maestros” en el experimento administraron el voltaje límite de 450 a sus “alumnos”, aunque a muchos el hacerlo los colocase en una situación absolutamente incómoda. El porcentaje de participantes que aplicaban voltajes notables se situaba entre el 61 % y el 66 %, sin importar el año de realización ni la localización de los estudios.
Los resultados de Milgram plantean la posibilidad de que las creencia jueguen un papel fundamental en el fenómeno de la tolerancia ante la crueldad, o incluso frente a la obediencia para ejercerla. Cuando una autoridad aparentemente benevolente es de hecho malévola, incluso cuando existen pruebas abrumadoras que sugieren que esta autoridad es realmente malévola, ante la creencia de que no lo es, prevalece esta y el sujeto obedece, justificando sus actos y traspasando su responsabilidad a “esa” autoridad, que además no “puede” tener intenciones maléficas.
Por lo tanto, la causa que explica la conducta cruel de los individuos podría ser conceptual, y no la supuesta “capacidad del hombre para abandonar su humanidad ... a medida que fusiona su personalidad única en estructuras institucionales más grandes”». Las personas hemos aprendido que cuando los “expertos” (o aquello que personalmente percibimos autoridad) nos dicen que algo está bien, “probablemente lo esté”, incluso si no parece ser así.
Los resultados de Milgram plantean la posibilidad de que las creencia jueguen un papel fundamental en el fenómeno de la tolerancia ante la crueldad, o incluso frente a la obediencia para ejercerla. Cuando una autoridad aparentemente benevolente es de hecho malévola, incluso cuando existen pruebas abrumadoras que sugieren que esta autoridad es realmente malévola, ante la creencia de que no lo es, prevalece esta y el sujeto obedece, justificando sus actos y traspasando su responsabilidad a “esa” autoridad, que además no “puede” tener intenciones maléficas.
Por lo tanto, la causa que explica la conducta cruel de los individuos podría ser conceptual, y no la supuesta “capacidad del hombre para abandonar su humanidad ... a medida que fusiona su personalidad única en estructuras institucionales más grandes”». Las personas hemos aprendido que cuando los “expertos” (o aquello que personalmente percibimos autoridad) nos dicen que algo está bien, “probablemente lo esté”, incluso si no parece ser así.
Jim Jones
La violencia:
En
junio de 1994, algunos miembros de la secta japonesa Aum Shinrikyō
liberaron gas sarín en la ciudad de Matsumoto matando a trece
personas, a este ataque se le conoce como el Incidente de Matsumoto.
En la mañana del 20 de marzo de 1995, cinco discípulos de la secta colocaron bolsas plásticas llenas de sarín en estado líquido en vagones del metro de Tokio, y las perforaron con la punta de un paraguas justo antes de abandonarlos. Como resultado de este atentado murieron trece personas, y más de 6000 resultaron intoxicadas y afectadas de diversas formas.
A mediados de 1984, la secta de Oshos conocida como “movimiento rajnísh” promovió también un ataque bioterrorista contra la comunidad de The Dalles, infectando la comida, el agua y los conductos de respiración con la bacteria de la salmonella, provocando una grave crisis sanitaria en el pueblo.
El 18 de noviembre de 1978, 918 estadounidenses murieron en la Tragedia de Jonestown, Guyana, incluidos 909 miembros de la secta El Templo del Pueblo liderada por el pastor Jim Jones. El suceso incluía a 303 niños.
Entre 1994 y 1997, los miembros de La Orden del Templo Solar iniciaron una serie de suicidios en masa que sumaron 74 muertes. Creían que serían llevados a Sirius, algunos miembros donaron un millón de dólares al líder de la secta, Joseph Di Mambro, otros miembros de la secta intentaron suicidarse a finales de la década de 1990, pero sus intentos fueron frustrados.
El 26 de marzo de 1997, 39 seguidores de la secta Heaven's Gate murieron en un suicidio masivo en Rancho Santa Fe, California, en la frontera norte de San Diego; creían, que con sus suicidios que sus almas entrarían en una nave espacial que seguiría al cometa Hale-Bopp. Algunos hombres fueron sometidos a castración voluntaria para afrontar una vida sin sexo, que llegaría tras su muerte.
El 19 de abril de 1993, la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de los Estados Unidos (ATF) sitió la facción de los Davidianos cerca de Waco, Texas que terminó con un asalto y seguidamente con un tiroteo que destruyó el lugar, en el que murieron muchos de sus habitantes.
Tras el ataque, los agentes de la ATF establecieron contacto con el líder David Koresh, el FBI tomó el mando tras la muerte de varios agentes federales y logró facilitar la liberación de 19 niños . Los niños fueron entrevistados por el FBI y los Texas Rangers, declarando más tarde que los niños habían sufrido abusos sexuales mucho antes del ataque.
El 19 de abril de 1993, el FBI se preparó para un asedio final del complejo utilizando fusiles del calibre .50 (12.7 mm) y vehículos blindados de combate para combatir a los Davidianos fuertemente armados. El FBI intentó usar gas lacrimógeno para expulsarlos sin derramamiento de sangre. Alrededor del mediodía, tres incendios estallaron simultáneamente en diferentes partes del edificio. El gobierno sostiene que los incendios fueron iniciados deliberadamente por los Davidianos. Algunos supervivientes de los Davidianos sostienen que los incendios comenzaron accidental o deliberadamente por el asalto. De los 85 Davidianos en el complejo cuando comenzó el sitio final, 76 murieron el 19 de abril de varias maneras, desde la caída de escombros a los efectos sofocantes del fuego, o por herida de bala de otros miembros de la secta. El asedio duró 51 días.
En los inicios del 2005 La Familia Internacional se popularizó por el suicidio de Ricky Rodríguez, hijo biológico de la líder Karen Zerby, e hijo adoptivo del fundador David Berg hecho que reavivó el debate sobre que en la secta se alentaba a sus acólitos al suicidio. La muerte de Rodríguez fue denominada por la prensa "Suicidio ritual". El evento se hizo popular gracias a las referencias de la NBC en los programas televisivos Third Watch y Law & Order.
En la mañana del 20 de marzo de 1995, cinco discípulos de la secta colocaron bolsas plásticas llenas de sarín en estado líquido en vagones del metro de Tokio, y las perforaron con la punta de un paraguas justo antes de abandonarlos. Como resultado de este atentado murieron trece personas, y más de 6000 resultaron intoxicadas y afectadas de diversas formas.
A mediados de 1984, la secta de Oshos conocida como “movimiento rajnísh” promovió también un ataque bioterrorista contra la comunidad de The Dalles, infectando la comida, el agua y los conductos de respiración con la bacteria de la salmonella, provocando una grave crisis sanitaria en el pueblo.
El 18 de noviembre de 1978, 918 estadounidenses murieron en la Tragedia de Jonestown, Guyana, incluidos 909 miembros de la secta El Templo del Pueblo liderada por el pastor Jim Jones. El suceso incluía a 303 niños.
Entre 1994 y 1997, los miembros de La Orden del Templo Solar iniciaron una serie de suicidios en masa que sumaron 74 muertes. Creían que serían llevados a Sirius, algunos miembros donaron un millón de dólares al líder de la secta, Joseph Di Mambro, otros miembros de la secta intentaron suicidarse a finales de la década de 1990, pero sus intentos fueron frustrados.
El 26 de marzo de 1997, 39 seguidores de la secta Heaven's Gate murieron en un suicidio masivo en Rancho Santa Fe, California, en la frontera norte de San Diego; creían, que con sus suicidios que sus almas entrarían en una nave espacial que seguiría al cometa Hale-Bopp. Algunos hombres fueron sometidos a castración voluntaria para afrontar una vida sin sexo, que llegaría tras su muerte.
El 19 de abril de 1993, la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de los Estados Unidos (ATF) sitió la facción de los Davidianos cerca de Waco, Texas que terminó con un asalto y seguidamente con un tiroteo que destruyó el lugar, en el que murieron muchos de sus habitantes.
Tras el ataque, los agentes de la ATF establecieron contacto con el líder David Koresh, el FBI tomó el mando tras la muerte de varios agentes federales y logró facilitar la liberación de 19 niños . Los niños fueron entrevistados por el FBI y los Texas Rangers, declarando más tarde que los niños habían sufrido abusos sexuales mucho antes del ataque.
El 19 de abril de 1993, el FBI se preparó para un asedio final del complejo utilizando fusiles del calibre .50 (12.7 mm) y vehículos blindados de combate para combatir a los Davidianos fuertemente armados. El FBI intentó usar gas lacrimógeno para expulsarlos sin derramamiento de sangre. Alrededor del mediodía, tres incendios estallaron simultáneamente en diferentes partes del edificio. El gobierno sostiene que los incendios fueron iniciados deliberadamente por los Davidianos. Algunos supervivientes de los Davidianos sostienen que los incendios comenzaron accidental o deliberadamente por el asalto. De los 85 Davidianos en el complejo cuando comenzó el sitio final, 76 murieron el 19 de abril de varias maneras, desde la caída de escombros a los efectos sofocantes del fuego, o por herida de bala de otros miembros de la secta. El asedio duró 51 días.
En los inicios del 2005 La Familia Internacional se popularizó por el suicidio de Ricky Rodríguez, hijo biológico de la líder Karen Zerby, e hijo adoptivo del fundador David Berg hecho que reavivó el debate sobre que en la secta se alentaba a sus acólitos al suicidio. La muerte de Rodríguez fue denominada por la prensa "Suicidio ritual". El evento se hizo popular gracias a las referencias de la NBC en los programas televisivos Third Watch y Law & Order.
David Berg
En
febrero de 1998, Heide Fittkau-Garthe, psicóloga alemana y miembro
de importancia en Brahma
Kumaris World Spiritual University,
fue sospechosa en las Islas Canarias de planificar el suicidio de un
grupo de 32 miembros, incluidos 5 niños. Creían que serían
recogidos y llevados a una nave espacial con destino desconocido. El
suicidio tendría lugar en el Parque nacional del Teide. Al parecer
la secta se denominaba Centro
de entrenamiento para la liberación de la energía Atma,
pero fue denominada a nivel popular "secta de Heide" en
relación a su fundadora.
El 17 de marzo de 2000, 778 miembros del Movimiento de restauración de los diez mandamientos de Dios murieron en Uganda. La teoría de que los miembros habrían muerto en un suicidio en masa cambió cuando se hallaron a varios de los cadáveres con signos de estrangulación y heridas de arma blanca. El grupo era una escisión de la Iglesia católica, tenía creencias apocalípticas, y ponía en duda las apariciones marianas. La secta usaba uniformes y restringía el vocabulario para evitar decir cosas pecaminosas o deshonestas.
En 2007, en Mymensingh, Bangladés, una familia de nueve miembros, todos miembros de "El culto de Adam", se suicidó en masa arrojándose debajo de un tren. Los diarios recuperados de la casa de las víctimas, "Adam House", relataban que querían una vida pura como la vivieron Adán y Eva, liberándose de la esclavitud a cualquier religión y rechazando el contacto con extraños.
Después de dejar el Islam, no participaron en ceremonias cristianas e incluso solían adorar a Kali a veces, prácticamente fuera de los límites de cualquier religión en particular.
El asesinato de la actriz Sharon Tate y sus acompañantes a manos de la secta liderada por Charles Manson es una de las masacres más recordadas en la historia de Hollywood. El hecho sucedió en Los Ángeles, California, en agosto de 1969. Tate era esposa del director de cine Roman Polanski y tenía ocho meses de embarazo. En ese mismo mes, los integrantes de aquel grupo cometerían otro asesinato: en la casa del matrimonio LaBianca. En total, mataron a siete personas.
A esta lista macabra hay que añadir los atentados de grupos integristas islámicos y otros
El 17 de marzo de 2000, 778 miembros del Movimiento de restauración de los diez mandamientos de Dios murieron en Uganda. La teoría de que los miembros habrían muerto en un suicidio en masa cambió cuando se hallaron a varios de los cadáveres con signos de estrangulación y heridas de arma blanca. El grupo era una escisión de la Iglesia católica, tenía creencias apocalípticas, y ponía en duda las apariciones marianas. La secta usaba uniformes y restringía el vocabulario para evitar decir cosas pecaminosas o deshonestas.
En 2007, en Mymensingh, Bangladés, una familia de nueve miembros, todos miembros de "El culto de Adam", se suicidó en masa arrojándose debajo de un tren. Los diarios recuperados de la casa de las víctimas, "Adam House", relataban que querían una vida pura como la vivieron Adán y Eva, liberándose de la esclavitud a cualquier religión y rechazando el contacto con extraños.
Después de dejar el Islam, no participaron en ceremonias cristianas e incluso solían adorar a Kali a veces, prácticamente fuera de los límites de cualquier religión en particular.
El asesinato de la actriz Sharon Tate y sus acompañantes a manos de la secta liderada por Charles Manson es una de las masacres más recordadas en la historia de Hollywood. El hecho sucedió en Los Ángeles, California, en agosto de 1969. Tate era esposa del director de cine Roman Polanski y tenía ocho meses de embarazo. En ese mismo mes, los integrantes de aquel grupo cometerían otro asesinato: en la casa del matrimonio LaBianca. En total, mataron a siete personas.
A esta lista macabra hay que añadir los atentados de grupos integristas islámicos y otros
Cesc Fortuny i Fabré:
https://radiografiadelaconspiranoia.blogspot.com
Me
nacieron en Barcelona, mientras Morrison enviudaba a Pamela. Aprendí a
domesticar armónicas y a exhibirlas en circos de pulgas, donde grandes
hierofantes me mostraron el camino que lleva al gran agujero. Con
oficio, albañiles de la palabra me han enseñado a alicatar mi casa. Me
gusta surfear en olas de ruido, me gusta olfatear libros como el perro
enganchado a la entrepierna, y en ocasiones, soy funambulísta de seis
cuerdas. De muy joven me interesó el mundo audiovisual como herramienta
para romper el discurso y el leguaje estructurado.
Mi formación académica es formalmente técnica y tecnológica. Técnico
especialista en máquinas eléctricas, y también en instalaciones y líneas
eléctricas. Técnico de mantenimiento de hardware, técnico Superior en
Administración de Sistemas Informáticos en Red, postgrado en
adminstración de redes Linux/Unix.
Fundador del colectivo de música experimental Artillería Pesada.
Coorganizador del “Festival Tremó” en Monistrol de Montserrat. Redactor y
codirector de la revista cultural La Nausea. Fui miembro de colectivo
artístico Grup Tremó.
He participado en certámenes y festivales de música y arte experimental.
He estado y estoy vinculado a varias bandas musicales. He publicado dos
poemarios y estoy presente en diversas antologías. Interesado en
esoterismo y religiones comparadas, de cuyo estudio se alimenta mi
trabajo artístico.
Escribo poesía y narrativa tanto en catalán como en castellano, así como
ensayos en diversos medios en la red, publicando tambien diferentes
trabajos musicales a través de net labels y sellos independientes.
Acompaño a diversos poetas en recitales, presentaciones y performances con mis trabajos de música experimental.
Residencias artísticas:
• “Un bonic jardí per a destroçar”. Experimentación sonora para el proyecto Zé Pekeño. Centre d’art conemporani Konvent de Cal Rosal, (Berga, Colònia Rosal, Junio 2015).
• “El luto de los colores”. Proyecto pictórico-poético integrado por
Jaume Vendrell, Cesc Fortuny i Fabré y Marian Raméntol. Acrílico sobre
lienzo sin bastidor de 2 x 2 m. Centre d’art conemporani Konvent de Cal
Rosal, (Berga, Colònia Rosal, Septiembre 2011).
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