Su creación independiente Taxidermia, de lo indesable lo bello ha sido presentada en la Feria del libro de Fuerteventura en octubre de 2021.
Es miembro de la ACEC (Asociación Colegial de escritores de Cataluña).
NO SÉ BIEN CON QUIÉN ESTOY HABLANDO
NO
SÉ BIEN CON QUIÉN ESTOY HABLANDO
Menno
Wigman
Editorial:
Ravenswood Books Almería, 2020
Traducción: Antonio Cruz Romero
No
sé bien con quién estoy hablando.
Sólo
sé que aquí yace un cráneo vacío,
un
tórax con un corazón que hasta hace poco
tamborileaba
indefinidamente. Adiós
hombre silencioso.
Hay
quien opina que cultura y compromiso social son dos cosas que no
tienen relación alguna. Les parece que toda aquella obra que genera
un apego o un vínculo hacia el desfavorecido, cualquiera sea su
desgracia, atufa a realismo socialista. Hacen suyos los epítetos que
precisamente utilizaban los críticos de arte socialista para
referirse a las obras, fueran éstas musicales, pictóricas o
literarias, que no remitían de forma exclusiva a la problemática e
idiosincrasia de las clases populares. Las llamaban decadentes,
banales o incomprensible y entendían que el artista, autor de tales
engendros, no estaba movido por otra cosa para su creación que la
vanidad, el narcisismo y la melomanía.
En
2002, Menno Wigman (1966-2018) fue invitado a formar parte del grupo
de poetas que acompañan física y simbólicamente a las personas que
mueren solas. Como expone Les Ter Braak en la introducción del
libro, la muerte es un tema que deambulaba por los versos y la vida
del poeta antes de implicarse en los Lonely Funerals. Desde la propia
enfermedad hasta el hecho de haber vivido frente a un cementerio y
haber hecho de este lugar un espacio de paseo ¬-que curiosamente se
traduce en los estudios psicoanalíticos como zonas trans o lugares
de paso-, estas experiencias marcan sus meditaciones y su posterior
construcción de los poemas.
Y
usted, que ahora sopesa sus elevadas palabras,
usted
que aquí seco escucha una pieza de música,
usted
que arrastra mi cuerpo y a continuación dispone
otra
vez de palabras: este muerto no toma parte.
Otra
reflexión que nos hemos planteado ha sido la del paso de Menno
Wigman por el realismo acomodado de clase media o burgués y el
naturalismo fascinado por la estética de la muerte del otro, donde
reside, con entusiasmo o sin él, ese componente ético del hombre
que no tiene quien lo acompañe en el tránsito de la muerte. Sus
recursos estéticos no se dirigen a la adscripción a toda costa
hacia aquel que ha muerto sin compañía, sino que, a veces, siendo
consciente de su mediocridad, o pronunciándola sutilmente, reconoce
de súbito esa violencia de todo hombre cuando se valora desde el
prójimo: es un canto mortuorio al “no somos nada ante la muerte;
tampoco yo que te leo estos versos, compañero” como
recursos estilísticos que coadyuvan al compromiso moral.
Puedes
leer una infinitud de libros.
Incluso
puedes escribir. Tierra, no seas dura
para
este hombre que poseía cientos de llaves
ahora
que una senda explora sin brújula de viaje
y
aquí pasa su primera noche.
Parece
casi reveladora la coincidencia de que los editores de Ravenswood
Books publicaran esta obra póstuma de Wigman que poco antes del
confinamiento a escala mundial.
Todo esto sucedió un martes por la mañana de Max Temmerman
Todo esto sucedió un martes por la mañana
Max Temmerman
Selección, prólogo y traducción: Antonio Cruz
Editorial Ravenswood Books
Primera edición: marzo de 2021
Este no soy yo. El hombre que de sí mismo
pasea hacia adelante, huellas
que le indican una senda por la humedecida hierba.
Tras las superficies naranjas se eleva una torre obtusa.
El dinero se terminó. Se le pagó en rodajas de zanahoria al arquitecto.
Este día no se me da bien.
Sobre las dos el viento cambia
Y tomo una decisión.
LAMENTO
De todas las estaciones, la primavera
pone a punto lo más duro que nos queda.
Quien muere en abril, también sabe más que nadie
encuadran colores, el verde
que siempre parece emerger primero
de los árboles más consumidos.
Eso también le pasa a usted.
No resuena ningún llanto, ni maldiciones
ni grito sino que la muerte también
le inflinge pequeñas heridas a su tumba. Su marcha,
de estos luminosos meses, escuece.
De Domingo 8 (ocho) días
ANTONIO CRUZ ROMERO)
Max Temmerman nació en 1975 en Brasschaat, pequeña población de la provincia de Amberes, y está considerado uno de los mejores poetas de la nueva poesía flamenca.
Heredero de una poética que se remonta directamente desde la estirpe de los Hugo Claus, Paul Snoek y Stefan Hertmans, la poesía de Temmerman refleja la cotidianeidad de la vida, los sencillos elementos que determinan el día a día y, en definitiva, aquello que el poeta entiende que es más importante que la aparente fastuosidad que podría deslumbrar al resto de mortales, y con su forma de observar el mundo engrandece el detalle.
Con esta línea argumental, y poniendo de manifiesto la compleja dualidad que entraña Bélgica, con dos comunidades y dos lenguas que integran el país y el lugar que ocupa dentro de Europa, como en Kavafis, la ciudad va siempre en Temmerman, en este caso Amberes, que aparece en sus poemas como un ente vivo que cambia en sí misma y también transforma a sus habitantes, hasta el punto de que muchas de sus composiciones resultan verdaderas odas a la ciudad flamenca.
Max Temmerman debutó en 2011 con el poemario Vaderland [Patria], nominado al premio C. Buddingh y que se revela como un libro especial por su enorme calado político en donde el poeta traza una sutil crítica contra aquellos que con sus pretensiones nacionalistas y separatistas han creado en Bélgica un clima irrespirable no sólo en el apartado político, también en el social, tema que en los sucesivos poemarios se convertirá en una tónica más o menos recurrente.
Dos años más tarde Temmerman se consolidaría con Bijna een Amerika [Casi una América] al obtener el galardón Herman de Coninck Publieksprijs y ser nominado para dos premios más: Jo Peeters Poëzieprijs y J.C. Bloemprijs. En 2015 vio la luz su tercer poemario: Zondag 8 (acht) dagen [Domingo 8 (ocho) días], y en 2019 Huishoudkunde [Economía doméstica], su último libro de poemas hasta la fecha.
El año 2020 supuso un punto de inflexión en su carrera literaria con la publicación de la novela Coniferen [Coníferas], con un estilo próximo al de Georges Simenon y que le valió para ser nominado a los prestigiosos galardones belgas De Bronzen Uil que premian al mejor debut literario en lengua neerlandesa del último año.
Además de esto Max Temmerman participa activamente en Eenzame Uitvaart (Funeral solitario) de Amberes, que como en otras ciudades neerlandesas y flamencas, la misión del poeta es componer un poema en honor al difunto que posteriormente leerá durante su funeral.
En 2019 apareció en Alemania una antología de su poesía.
Es nieto de Max Temmerman (1901-1942), el que fuera héroe de la resistencia belga y miembro del Grupo Stockmans que fue ejecutado en 1942 mientras cantaban el himno nacional. El poema homónimo está dedicado a él.
1 Comentarios
Nice post thank you Patrick
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