Mary Baker Eddy |
La Iglesia de la Ciencia Divina, o la Ciencia Divina, es una secta religiosa que se adscribe o es heredera de lo que se denomina movimiento del Nuevo Pensamiento. Fue fundada por Malinda Cramer, discípula de Emma Curtis Hopkins. Tanto Nona Brooks como Emmet Fox por ejemplo también estaban relacionados con este culto.
La idea que defiende la secta es que la curación de cualquier enfermedad es posible mediante la creencia en Dios y en Jesús, lo que denominaron con el pomposo nombre de "la curación por fe". Según su doctrina, Dios estaría presente en todas partes y el mal no sería real, del mismo modo que la materia, solo el espíritu sería real.
Es imprescindible aclarar que el uso que hace esta secta de la palabra "ciencia" no tiene relación alguna con la realidad, y no se corresponde con lo que conocemos con ciencia, ciencias físicas, método científico, etc … sino que hay que entenderlo como el apelativo que dan al corpus de sus propios mitos, entendiéndose como el supuesto "conocimiento" alcanzado con su interpretación de lo que llaman "las leyes divinas".
Este no es un asunto trivial, ya que pertenece al pensamiento evangelista norteamericano del siglo XIX, que enfatiza la lucha contra el conocimiento racional que lógicamente pone en peligro la supervivencia de toda superstición. El intento de apropiarse del apelativo "ciencia" no es casual, y obedece a la obsesión de los grupos integristas cristianos de la centuria de 1900 por obtener el prestigio que ganaba todo lo científico y lo tecnológico.
A pesar del rechazo frontal del pensamiento racional, estos movimientos adoptan de una forma u otra, nombres o conceptos que usurpan al ámbito científico.
Malinda Cramer, fundó Ciencia Divina en San Francisco en 1892, y Nona L.Brooks, organizó la primera iglesia de esta secta en Denver en 1898, ambas fuertemente influenciadas por el pensamiento de Phineas Quimby y de Emma Curtis Hopkins.
Para comprender mejor todo esto, debemos remontarnos al surgimiento de La Ciencia Cristiana que se define a sí misma como la "Ciencia de Cristo", es decir aquellas técnicas que supuestamente usaba Jesús de Nazareth para sanar a los enfermos. Su fundadora, la teóloga estadounidense autodidacta, y debo insistir en esto último ya que es muy importante, "autodidacta", Mary Baker Eddy, afirmaba que en 1866 había redescubierto las técnicas aplicadas por Jesús en la curación de los enfermos y la resolución de los caprichos de la vida, técnicas que defendía como totalmente demostrables, aunque evidentemente jamás demostró ninguna. Como en tantas otras ocasiones, sus pruebas eran el conjunto de anécdotas presentadas en forma de casos con final feliz. Cero controversias, cero errores, ningún caso sin solución. Es decir, milagros que se amontonan en su currículum.
Por lo tanto, y para resumir, la Ciencia Cristiana es "cristiana" en el sentido de que se basaría supuestamente en las enseñanzas de Jesús de Nazareth como también supuestamente se establece en el Nuevo Testamento, según claro está, la palabra de Mary Baker Eddy.
La Ciencia Cristiana pues, pretende ser otra de las muchas religiones que prometen, mediante la práctica, la aplicación de leyes divinas demostrables. Y esto es una de las grandes obsesiones del evangelismo de EEUU del siglo XIX, como ya he comentado. Mary Baker Eddy, que llegó a todas estas conclusiones, afirmaba nada más y nada menos, que había descubierto el método secreto de sanación de Jesús de Nazareth de manera autodidacta.
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La principal crítica a la Ciencia Cristiana es obviamente que plantea la enfermedad como un error en las creencias del que la sufre, le responsabiliza, cosa que lleva inevitablemente ante la idea que el enfermo lo está porqué no abraza la fe correcta o no cree en Dios ni en Jesús, y si lo hace, no lo está haciendo de la manera correcta. Quizás sea innecesario destacar aquí que las supuestas curas se obtienen sin ningún control médico, y que por tanto, no podemos saber exactamente de qué estamos hablando cuando usamos la palabra "curación".
Si el efecto placebo juega o no un papel en todo esto, resulta ridículo de discutir. Lo relevante es la mortalidad que genera el convencimiento de que rezar es más eficaz que la quimioterapia, o que una vacuna, y por ende subyace un engaño en la idea de que el pensamiento positivo va a realizar cambios en la estructura misma del universo, idea esta, muy anterior a la New Age y que se refleja en este conjunto de creencias, aunque a diferencia del tema que nos ocupa, la New Age lo haga desde una perspectiva mucho más orientalista.
Ante las diversas acusaciones recibidas por estos grupos, la principal defensa es que todos somos libres de elegir un método de curación si creemos que es más efectivo y que no existen restricciones al respecto. Evidentemente esto es falso y atenta contra las leyes que regulan la salud pública en la mayoría de países desarrollados del mundo.
La idea que subyace en el Nuevo Pensamiento, o también llamado Pensamiento Superior es que un supuesto "saber antiguo" formado por el conocimiento y la filosofía "acumuladas" de una variedad de orígenes, como las culturas griega, romana, egipcia, china, védica, hindú y/o budista y sus sistemas de creencias relacionados, habrían generado bajo el tamiz del evangelismo, una suerte de "conocimiento" místico de carácter universal, un corpus entre el pensamiento, la creencia, la conciencia y los efectos de estos dentro y más allá de la mente humana.
Como vemos y como decía antes, esto es muy parecido a lo que mantenía la New Age, pero con el filtro Cristiano en lugar del orientalista.
Dentro de esta amalgama de ideas, todas ellas relativas a la idea de que en la Biblia está la verdadera "ciencia" y a que en última instancia defender todos estos mitos, es demostrar la existencia de Dios mismo, destacan personajes como Horatio Dresser conocido mesmerista, Phineas Parkhurst Quimby mentalista y mesmerista, Mary Baker Eddy homeópata y mesmerista, Nona Brooks que fue cofundadora de la Ciencia Divina y que afirmaba que la verdad, aquí y ahora, nos llega a través de la Biblia, la oración, la contemplación, la meditación y la práctica de la Presencia de Dios. Joseph Murphy que fue un ministro de la Iglesia de la Ciencia Divina y que escribía libros de autoayuda.
Otra secta a tener en cuenta es La Ciencia Mental, que fue creada en 1927 por Ernest Holmes y es un movimiento religioso espiritual, filosófico y metafísico dentro del movimiento del Nuevo Pensamiento. En general, el término "ciencia de la mente" se aplica a las enseñanzas, mientras que el término "ciencia religiosa" se aplica a las organizaciones.
En su libro, La ciencia de la mente, Ernest Holmes afirmó que "la
ciencia religiosa es una correlación de las leyes de la ciencia, las
opiniones de la filosofía y las revelaciones de la religión
aplicadas a las necesidades y aspiraciones del hombre". También
afirmó que no se basa en ninguna "autoridad" de creencias
establecidas, sino más bien en "lo que puede lograr" para
las personas que la practican.
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Cesc Fortuny i Fabré:
https://radiografiadelaconspiranoia.wordpress.com
Me
nacieron en Barcelona, mientras Morrison enviudaba a Pamela. Aprendí a
domesticar armónicas y a exhibirlas en circos de pulgas, donde grandes
hierofantes me mostraron el camino que lleva al gran agujero. Con
oficio, albañiles de la palabra me han enseñado a alicatar mi casa. Me
gusta surfear en olas de ruido, me gusta olfatear libros como el perro
enganchado a la entrepierna, y en ocasiones, soy funambulísta de seis
cuerdas. De muy joven me interesó el mundo audiovisual como herramienta
para romper el discurso y el leguaje estructurado.
Mi formación académica es formalmente técnica y tecnológica. Técnico
especialista en máquinas eléctricas, y también en instalaciones y líneas
eléctricas. Técnico de mantenimiento de hardware, técnico Superior en
Administración de Sistemas Informáticos en Red, postgrado en
adminstración de redes Linux/Unix.
Fundador del colectivo de música experimental Artillería Pesada.
Coorganizador del “Festival Tremó” en Monistrol de Montserrat. Redactor y
codirector de la revista cultural La Nausea. Fui miembro de colectivo
artístico Grup Tremó.
He participado en certámenes y festivales de música y arte experimental.
He estado y estoy vinculado a varias bandas musicales. He publicado dos
poemarios y estoy presente en diversas antologías. Interesado en
esoterismo y religiones comparadas, de cuyo estudio se alimenta mi
trabajo artístico.
Escribo poesía y narrativa tanto en catalán como en castellano, así como
ensayos en diversos medios en la red, publicando tambien diferentes
trabajos musicales a través de net labels y sellos independientes.
Acompaño a diversos poetas en recitales, presentaciones y performances con mis trabajos de música experimental.
Residencias artísticas:
• “Un bonic jardí per a destroçar”. Experimentación sonora para el proyecto Zé Pekeño. Centre d’art conemporani Konvent de Cal Rosal, (Berga, Colònia Rosal, Junio 2015).
• “El luto de los colores”. Proyecto pictórico-poético integrado por
Jaume Vendrell, Cesc Fortuny i Fabré y Marian Raméntol. Acrílico sobre
lienzo sin bastidor de 2 x 2 m. Centre d’art conemporani Konvent de Cal
Rosal, (Berga, Colònia Rosal, Septiembre 2011).
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