EL TRASBORDADOR SE NIEGA A NAVEGAR
POR UNA SUPERFICIE DE ALTRAMUCES AZULES
Creemos que vamos a ver ninfas y pastores
tocando el camarillo, cuando, de repente
todo es un infierno de polvo y ortigas,
así es la vida.
Jacks Kerouac (Los Vagabundos del Dharma)
Por más que uno quiera flotar
en el paraíso Shakesperiano de Arden
una luna con cara de eremita baila
en el patio trasero de mis lugares preferidos
donde levantan la mano las lecturas piratas,
la cosecha de la uva, y los años.
No entiendo,
y mientras el trasbordador se niega a navegar
sobre una superficie de altramuces azules,
el silencio nombra capitán del barco al hambre
al tiempo que una botella de vodka mira por la barandilla
la estela huérfana de espuma.
Todo tiene manual de instrucciones, pero no aprendo.
Me empeño en cabalgar diluvios y salir ilesa,
sin darme cuenta de que una hazaña así
es como enseñar la ley de la gravedad a los fantasmas.
En cualquier caso
la duda es la representante estrella de mi laberinto.
ESPERAREMOS A OÍR EL BOSTEZO DE DIOS
Y NOS IREMOS ENTERAMENTE EN PAÑALES.
Necesito sumergirme de nuevo
en esa piscina caliente y azucarada
donde nadan las hojas de la menta.
(Marrakech, octubre 2006)
Los ángeles también saben ponerse de puntillas,
entablan diálogos con nuestras tumbas,
y cavan las mismas olas en las que los demás se bañan
para no quedar nunca desnudos del todo,
después se crucifican.
Como se crucifica Marrakech
con clavos en forma de mariposa,
cuando los ojos de ocho años se suben a tu hombro
sabiendo de antemano
que los circos esperan, al mediodía,
el alarido final de los payasos.
La diáspora de los sueños se reagrupa
unificando un batallón de taquicardias
y como un sublime accidente
nacen hojas de menta en las azoteas.
¿Y a nosotros, qué maniobra
con vocación de mártir nos queda bajo la almohada?
Esperaremos a oír el bostezo de dios
y nos iremos enteramente en pañales.
2 Comentarios
Yo también quiero crucificar altramuces, pero no en Marrakech sino en Casablanca.
ResponderEliminarCada vez tus poemas son más impresionantes, dentro de ese estilo que te caracteriza.
ResponderEliminarHabrá que seguir leyendo y leyendo.
josé maría