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En cualquier caso este artículo no pretende dar pautas para poder abandonar o ayudar a abandonar este tipo de colectivos. Ante cualquier sospecha de que un familiar o amigo está en algún grupo de esta naturaleza, lo más deseable es buscar ayuda profesional, de la que ofreceré alguna referencia en este artículo.
Debemos ser muy conscientes de que cualquiera puede ser captado por una secta, más allá de su inteligencia o sus estudios. También es importante tener en cuenta de que los grupos sectarios no son solo religiosos, sino que los hay de todo tipo y pueden estar relacionados con otros muchos campos, como la economía, la política o el bienestar.
Hay que estar alerta con las asociaciones que se ofrecen a hacer test de personalidad gratuitos, las conferencias, los cursos, las ofertas de trabajo y las soluciones inmediatas a problemas vitales y cotidianos que normalmente requerirían de mucho más tiempo. Siempre se debe contrastar la información recibida y ser críticos con ella, plantear dudas, pues los grupos de esta naturaleza no muestran toda la información sobre sus actividades, doctrinas, creencias, etc ...
Uno de los factores más importantes de los que hablaba, es el sufrimiento inherente en el fenómeno de la coerción, tanto para la víctima, como para las personas allegadas. En este artículo encontrarás información de algunos procesos para alejarse de estos grupos, pero todo ello es meramente informativo, no dejaré de insistir en la necesidad de buscar ayuda profesional, tanto de instituciones especializadas, asociaciones, sicólogos, y por supuesto los cuerpos policiales si existe la más mínima sospecha de cualquier acto delictivo.
En España, el 1% de la población está afectada por un grupo sectario. Las secuelas que deja haber estado en uno se comparan con el shock postraumático de los veteranos de guerra.
Tomar conciencia de que un amigo o familiar está en esta situación, requiere tiempo, y es un proceso largo. Una vez se produce la toma de conciencia, la pregunta es ¿qué hacer?. En la mayoría de los casos la víctima rechaza la ayuda, por eso es tan importante acudir a asociaciones que pueden dar una orientación seria y eficaz sobre como afrontar el problema.
Existen como ya he dicho, diferentes tipos de grupos coercitivos, y les llamo así porqué el apelativo «secta» se queda muy corto para designar la diversidad de tendencias que se esconden bajo la idea de un grupo en el que el adepto se queda atrapado, rechaza su entorno, y se ve obligado a abandonar su anterior vida, su personalidad, y en definitiva a seguir ciegamente los mandatos de un o unos líderes. Como ya he comentado algunos de estos grupos coercitivos son sectas religiosas, como los testigos de Jehová, mormones, algunas iglesias evangelistas, carismáticas, anabaptistas, otras con parafernalia y estética, ideas o filosofía budista u orientalista. Se pueden encontrar sectas ocultistas, más esotéricas, o las que prometen enseñar magia o habilidades y conocimientos extraordinarios sobre el ser humano. Pero, existen también sectas comerciales, como conocidas marcas que venden batidos dietéticos, o también sectas políticos-filosóficas, como Nueva Acrópolis, sin olvidar las academias de trading, busines management, y tantas otras. Tampoco es infrecuente que algunos grupos políticos, ideológicos o terroristas puedan desarrollar un funcionamiento sectario.
Algunos grupos escapan a todas estas definiciones y no se pueden añadir a ninguna de las anteriormente descritas. Mientras que, en otras ocasiones, las sectas pueden ser al mismo tiempo religiosas, ocultistas, filosóficas, políticas y comerciales. Son cada vez más numerosas las sectas psicoterapéuticas. Suelen ser grupos que centran sus enseñanzas en métodos de curación supuestamente revolucionarios, tanto físicos como mentales. Algunos ejemplos son la Meditación Trascendental, la Nueva Medicina Germánica y sus variantes, la Biodescodificación, la PNL (Programación Neurolingüística) o Constelaciones familiares, etc...
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Algo que me parece de vital importancia, es entender que esa imagen violenta, agresiva, dictatorial y autoritaria que se tiene de estos grupos, no es ni de lejos la que se vive desde dentro.
Esto es fácil de comprender, de ser así, nadie caería por voluntad propia en ellos, y es crucial para el buen funcionamiento del grupo que así sea.
Desenmascarar estas prácticas es altamente complejo, ya que los testigos de primera mano, que són los adeptos, no tienen la misma percepción que las personas que están fuera, y tienen para ellos apariencia de ser organizaciones lícitas, la manipulación a la que están sometidas las víctimas es tal, que son los primeros en no aceptarla y resulta muy difícil de demostrar.
Además, estos grupos cambian de nombre de razón social, fácil y frecuentemente para dejar de figurar en los registros y 'compran' o se codean con académicos y famosos de todo tipo para que emitan declaraciones favorables. Además, las víctimas, una vez han sido aceptadas como miembros, están tan obnubilados por las trampas psicológicas que esgrime la secta, que participan voluntariamente en actividades que fuera de ese ámbito no se plantearían en realizar.
Y este punto nos lleva a la legislación. Es normal pensar que se deberían aprobar y gestionar leyes más contundentes para controlar estos grupos. El problema es multidisciplinar, pues afecta a la justicia, la política, la psicología, la sociología, a los cuerpos policiales y a otros elementos como las familias, amigos, ámbito laboral y la sociedad en general. Los digamos “delitos” de estas sectas son muy discretos, sumado a que no está demostrado que legislar sea la solución definitiva al problema.
Hay que considerar en el caso de las sectas religiosas, que la constitución, al menos en España, protege la libertad de culto, algo que podría verse afectado con según que marcos legales. Y por supuesto está la presunción de inocencia, ya que si un grupo no ha cometido todavía ningún delito, y los miembros que lo integran son mayores de edad, poco o nada se puede hacer al respecto.
De hecho, los expertos consideran que lo más práctico es concienciar a la población para que se proteja de las manipulaciones y no permita abusos ni engaños.
Mark Twain decía que «es más fácil engañar a la gente que convencerla de que ha sido engañada», La estrategia de las sectas se centra en nuestras emociones y hay determinadas situaciones (situaciones de crisis personal e inestabilidad afectiva, económica, social o laboral; personalidad de tipo dependiente o idealista; disconformidad con la sociedad; inquietudes religiosas o filosóficas poco documentadas…) o etapas de la vida (especialmente la adolescencia), en las que somos más vulnerables ante determinados discursos. Pero cuidado, pensar que a uno no pueden afectarle tales cosas, que jamás caería en las redes de un grupo sectario, es sin duda un indicador de que en las circunstancias adecuadas caería en ello. Todos somos potenciales víctimas de este tipo de situaciones, y por ese motivo resulta imprescindible conocer y saber como funcionan, y protegernos de ellas.
Los grupos coercitivos ejercen presiones directas e indirectas sobre sus miembros, cosa que al fin y al cabo conforma la estructura del grupo, para que arrastren a amigos y familiares, en otras palabras, se adoctrina a los adeptos para que se conviertan ellos mismos en máquinas de reclutar, comportándose así como un virus que se expande exponencialmente. Los movimientos evangélicos, por ejemplo, aseguran que aquellos que no han pasado por un “segundo” nacimiento (born again) son pecadores, incluso si llevan una vida ejemplar. Esta concepción puede causar grandes dificultades en algunas parejas o familias.
Cesc Fortuny i Fabré:
https://radiografiadelaconspiranoia.wordpress.com
Me
nacieron en Barcelona, mientras Morrison enviudaba a Pamela. Aprendí a
domesticar armónicas y a exhibirlas en circos de pulgas, donde grandes
hierofantes me mostraron el camino que lleva al gran agujero. Con
oficio, albañiles de la palabra me han enseñado a alicatar mi casa. Me
gusta surfear en olas de ruido, me gusta olfatear libros como el perro
enganchado a la entrepierna, y en ocasiones, soy funambulísta de seis
cuerdas. De muy joven me interesó el mundo audiovisual como herramienta
para romper el discurso y el leguaje estructurado.
Mi formación académica es formalmente técnica y tecnológica. Técnico
especialista en máquinas eléctricas, y también en instalaciones y líneas
eléctricas. Técnico de mantenimiento de hardware, técnico Superior en
Administración de Sistemas Informáticos en Red, postgrado en
adminstración de redes Linux/Unix.
Fundador del colectivo de música experimental Artillería Pesada.
Coorganizador del “Festival Tremó” en Monistrol de Montserrat. Redactor y
codirector de la revista cultural La Nausea. Fui miembro de colectivo
artístico Grup Tremó.
He participado en certámenes y festivales de música y arte experimental.
He estado y estoy vinculado a varias bandas musicales. He publicado dos
poemarios y estoy presente en diversas antologías. Interesado en
esoterismo y religiones comparadas, de cuyo estudio se alimenta mi
trabajo artístico.
Escribo poesía y narrativa tanto en catalán como en castellano, así como
ensayos en diversos medios en la red, publicando tambien diferentes
trabajos musicales a través de net labels y sellos independientes.
Acompaño a diversos poetas en recitales, presentaciones y performances con mis trabajos de música experimental.
Residencias artísticas:
• “Un bonic jardí per a destroçar”. Experimentación sonora para el proyecto Zé Pekeño. Centre d’art conemporani Konvent de Cal Rosal, (Berga, Colònia Rosal, Junio 2015).
• “El luto de los colores”. Proyecto pictórico-poético integrado por
Jaume Vendrell, Cesc Fortuny i Fabré y Marian Raméntol. Acrílico sobre
lienzo sin bastidor de 2 x 2 m. Centre d’art conemporani Konvent de Cal
Rosal, (Berga, Colònia Rosal, Septiembre 2011).
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