Estos pequeños escritos pretenden dar a conocer a artistas que habitan los márgenes, que circulan por donde preferimos no transitar, que realizan obras que no suelen ser para el gran público, pero que no dejan, por ello, de ser imprescindibles. El conocimiento no siempre recorre un camino llano y placentero. A veces, es necesario esforzarnos para subir las altas cumbres y poder ver el lejano horizonte.
RAMON DACHS. En busca del mar blanco.
Ramón Dachs nacido en Barcelona en 1959, es poeta, escritor, fotógrafo y bibliotecario documentalista en la Universidad Pompeu Fabra. Los estudiosos estructuran su obra en dos grandes ciclos. El primero, extinto ya, lo denominan “EURASIA/TRANSEURASIA/ANTÁRTIDA”. Es un ciclo poético multilingüe (escrito en catalán, gallego, español, francés) que empezó en 1978 y que, por propia voluntad, canceló en el año 2008.
En el año 1995 publica “Cima branca”, en gallego, y “Poemes mínims”, en catalán, que podemos considerar como la destilación poética de sus influencias asiáticas. Estos dos poemarios son el exponente máximo de su trabajo en el terreno de esa poesía sintética y etérea. En 1999 Plaza y Janés editará sus “Poemas mínimos” en castellano.
Esta obra pionera explora la inclusión de la poesía en el entorno digital. De nuevo nuestro autor juega con los idiomas y con la posibilidad del hipertexto que le ofrece internet. Una nueva lectura, la navegación, surge ante el lector que puede adentrarse en el mundo poético de Dachs de una forma no lineal, que podríamos denominar rizomática, donde se ofrece toda una serie de conexiones e interrelaciones entre los propios versos.
Todo este poemario, todo este juego de intertextualidad, diálogo, tradición, traducción y recreación sigue en internet y lo puedes visitar adentrándote en la web personal de Ramon Dachs, en el apartado de “Intermínims”.
En su búsqueda de la no-linealidad del texto, desarrolla sus investigaciones sobre la “Escritura geométrica y fractal”, en una exploración literaria que se adentra en los conceptos de Benoit Mandelbrot sobre invariancia y autosemejanza que conforman la teoría de los fractales.
Dachs intenta conscientemente evitar la poesía visual y el caligrama para llevar el texto a un grado más de progresión y, de esta forma, no estancarse en las estéticas de las vanguardias históricas. Entre septiembre de 1999 y enero del año 2000 realiza, en el IVAM de Valencia, una intervención en las tres áreas horizontales de la superficie vítrea de la fachada del museo, donde desarrolla por primeva vez la fractalización inherente a su “Escritura geométrica” (que había expuesto el año anterior en la Facultad de Matemáticas y estadística de la UPC de Barcelona). La “Escritura geométrica” se compone de seis textos inscritos en el interior de una circunferencia-definición repetida modularmente con el enunciado: “Asimiladas las palabras a puntos, su disposición simultánea en el espacio (geometría) sustituye la linealidad del temporal en que se suceden usualmente (sintaxis) como forma de estructuración del texto escrito”.
El poeta comenta al respecto que su escritura “no trata de visualizar ni de materializar sensorialmente contenidos semánticos, sino de estructurarlos cognitivamente” en varios idiomas para crear un juego conceptual de simetrías y resonancias.
Todo
este primer ciclo multilingüe, del que solo he expuesto algunos
aspectos, terminó voluntariamente en el año 2008. El poeta decidió
finalizar esta etapa con un viaje-performance
a la Antártida,
donde manifestó su silencio poético definitivo.
A
principios del año 2009, en el marco del Año Polar Internacional,
la expedición científica española ATOS-2 encabezada por el buque
oceanográfico Hespérides, llevó como invitado a nuestro poeta, que
navegó por el mar de Weddel y por la península Antártica. Un viaje
que pone de manifiesto la vulnerabilidad del ser humano, un viaje
que, en cierta forma, es irreal, imposible; un viaje que se adentra
en el silencio blanco de un paisaje alienígena que quizá representa
el fin de las palabras. Como el Arthur Gordon Pym de la novela de
Poe, adentrarse en aquella inmensidad blanca y extraña, algo
morbosa, conlleva un no-retorno, un cambio, una mutación…
Brevemente,
comentaré que su segundo ciclo poético, su aventura postpoética,
se inició en el año 2005 y, hasta donde yo sé, todavía continúa
en marcha. Silenciada conscientemente su voz poética, Ramon Dachs se
aventura en obras donde trabaja con una narrativa autoficcional y
donde el componente visual fotográfico adquiere un fuerte
protagonismo y se entremezcla orgánicamente con la voz narrativa.
Sin entrar en detalles, enumeraré las principales obras de este
ciclo: El Álbum del trasiego, del año 2008; El Álbum de la
Antártida, del 2009 y el Álbum errante, del 2012.
Aunque
ya he agotado el espacio del artículo, no puedo terminarlo sin
exponer mi sorpresa ante el desconocimiento que el mundo poético más
o menos tradicional y académico, y también el autodenominado
underground, tienen de este poeta total que maneja y amplía los
ámbitos de la poesía de un modo consciente y riguroso.
Extrañamente, ha publicado en catalán en Valencia y Mallorca, pero
no en Catalunya y su poemario total en español, en México y no en
España. No nos ha de extrañar, pues, su viaje a la Antártida, a un
lugar desolado y silencioso, tan blanco como la dura piel del
cachalote perseguido por Ahab, tan inhabitable como bello e insólito,
tan elocuente que sobran todas nuestras posibles y malditas palabras.
Ferran Destemple
Soy filólogo de formación, pero siempre he rebuscado en lo visual y en lo sonoro aquello que el texto no me llega a ofrecer. Para mí no hay jerarquía entre estos elementos, se mezclan, se arañan o se fusionan mejor o peor dependiendo del soporte. El soporte determina el contenido y el contenido busca el soporte adecuado.Destripar los interiores del texto, del sonido y de las imágenes y volverlos a montar, como si de un monstruo de Frankenstein se tratara, es un divertimento al que no pienso renunciar.
Me considero un amateur y eso me libera de angustias y obligaciones y me permite fracasar y equivocarme más y mejor.
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