Yo no llego a entender la poesía de Trakl

«Yo no llego a entender la poesía de Trakl,

«Yo no llego a entender la poesía de Trakl,
pero su lenguaje me deslumbra, y es lo
que mejor idea me da de lo que es el genio»
Ludwig Wittgenstein

GEORG TRAKL (1887-1914)

GRODEK

Por la tarde resuenan en los bosques otoñales
las mortíferas armas, y en las llanuras áureas
y en los lagos azules rueda el sol más oscuro.
La noche abraza a los guerreros moribundos,
irrumpe el lamento salvaje de sus bocas quebradas.
Pero silenciosas en la pradera,
rojas nubes que un dios airado habita
convocan la sangre derramada, la frialdad lunar;
y todos los caminos desembocan en negra podredumbre.
Bajo el dorado ramaje de la noche y las estrellas
vaga la sombra de la hermana por el bosque silencioso
saludando las almas de los héroes,
las cabezas sangrantes.
Y en el cañaveral suenan las oscuras flautas del otoño.
Oh, qué soberbio duelo, con altares de bronce;
un terrible dolor nutre hoy la ardiente llama del espíritu,
por los nietos que no han nacido aún.

Versión de Helmut Pfeiffer

Su Camino

Poeta austriaco nacido en Salzburgo (1887-1914) en el seno de una familia burguesa, su padre luterano comerciante, su madre católica, melómana y adicta al opio.
Tras una infancia aparentemente serena (interpretaban música al unísono, leían poemas) jugando con su hermana menor Gretl (1891), iniciaron una relación incestuosa. Estudio, griego, latín y matemáticas. En el colegio, fue un alumno mediocre, y al llegar la adolescencia se tornó insociable, hablaba corrientemente de suicidio y se aficionó al uso de las drogas. Algunos de sus biógrafos sugieren que a éstas pudo aficionarse por influencia de su madre, según puede deducirse de algunos poemas.
La madre traía al niño a la luna clara /A la sombra del nogal y del viejo saúco/Ebria del zumo de la adormidera...
En 1905 comenzó a trabajar en una farmacia llamada: Zum Weißen Engel – Al ángel blanco – donde se vendía cocaína, droga entonces legal, el hecho de tener a su alcance diversos Psicotrópicos le facilitó su consumo, se acentuaron también sus experiencias literarias: Hölderlin, Baudelaire, Nietzche, Rimbaud, Maeterlinck, Dostoiesvsky, Ibsen y Strindberg. iniciando una vida bohemia, al integrar el círculo poético Apollo, en esa época redactó artículos para el diario local Salzburger Volkszeitung ( Periódico del pueblo salzburgués ) e hizo representar sin éxito los dramas; Totentag (Día de muertos) – (1904) – y Fata Morgana (1906), obras que él mismo destruiría más tarde, así como una tragedia: Don Juans Tod (La muerte de Don Juan) en 1908. Y en ese mismo año que publicó en el jornal salzburgués su primera poesía editada: Das Morgenlied (Canto matinal). Se inscribió en la Universidad de Viena donde cursó la carrera de farmacia obteniendo en 1910 el diploma de maestro farmacéutico y de entonces parece datar su repulsión a las grandes ciudades, a las que ve enfermas, poseídas por el espíritu del mal, aunque: Callada, en oscuras cavernas, sangra una humanidad muda/Forjando con durísimos metales el rostro que ha de redimirla. (Su ciudad natal y el paisaje comarcano estarán presentes casi siempre en sus poemas, descritos en una forma meticulosa, aunque vistos como a través de sueños.) Al prestar el servicio militar fue destinado a una unidad sanitaria entre 1910 y 1911. En 1911, Obtuvo un empleo en el Ministerio de Obras Públicas pero renunció a las dos horas de iniciar el trabajo y retornó a su ciudad natal. Dos veces reiteró experiencias de incapacidad para dedicarse a un trabajo estable que le permitiera el auto sustento. Conoció en Viena a Ludwig Wittgenstein, a Adolf Loos y a Karl Kraus, así como a Kokoschka. obtuvo un empleo en el hospital militar de Innsbruck, ciudad en donde conoció a Ludwig von Ficker, fundador de la revista Der Brenner (El fanal, o el incendiario) era una revista de vanguardia literaria en la cual en 1912 publicó varias de sus principales poesías. En julio de 1913 publicó en Leipzig una primera recopilación de sus Gedichte (Poesías), pero dependiente de la droga y el alcohol frecuentemente padecía crisis depresivas. Marchó a Berlín para reencontrarse con Gretl la cual se había casado y divorciado provocándose un aborto por el cual se hallaba internada. En 1914 a consecuencia de la guerra fue destinado al frente polaco. La visión de los mutilados, de las matanzas, de los desertores ahorcados fue superior a sus fuerzas intentó suicidarse. motivo por el cual fue internado el 7 de octubre de 1914 en un manicomio de la ciudad de Cracovia, en dicho establecimiento psiquiátrico escribió uno de sus poemas más conocidos (Grodeck), redactó su propio testamento por el cual le dejaba a su hermana Gretl una importante suma de dinero que le había donado Wittgenstein y a von Ficker el legado poético llamado Klage II ( Lamento II). Allí se suicidó con una fuerte dosis de cocaína, en circunstancias no muy esclarecidas, el 3 ó el 4 de noviembre de 1914. Moría a los veintisiete años de edad, en plena juventud A su muerte, hizo llegar a Grete la fabulosa suma que recibiera del filósofo Ludwig Wittgenstein (el famoso autor del ‘Tractatus Logico-Philosophicus’, en Alianza, y del que se ha popularizado su conclusión final: “De lo que no se puede hablar, mejor es callar”) quien, utilizó “parte de su herencia para ayudar a artistas en apuros” y que le hubiera permitido a Trakl unos años de tranquilidad y solvencia económica. Pero Grete sólo le sobrevivió tres años, suicidándose en 1917. Póstumamente se editó una segunda recopilación de los poemas de Trakl, llamada Sebastian im Traum (traducida al castellano con el título “Sebastián en sueños”. Desde 1953 existe en Austria el Premio Georg Trakl de literatura.


Su poesía

Su poesía alude profusamente a la melancólica la casa de sus antepasados en donde era un niño que al claro de luna salía a dar de comer a las ratas. El paisaje decadente del otoño, la infancia, la muerte, serán los grandes temas de su poesía. Sus poetas favoritos fueron Baudelaire, Verlaine y Rimbaud, ellos fueron sus maestros junto con Nietzsche y Dostoievski, cuya obra amaba particularmente. Admiraba a Whitman, pero hallaba pernicioso el optimismo discriminado del bardo norteamericano. Sus primeros poemas están escritos en formas estróficas simples (con versos rimados y de la misma métrica) más tarde paso al verso más libre y de métrica diversa y contrastada, el modo de imágenes y temas recurrentes es el mismo, pero desdibuja los contornos de las historias y a los protagonistas, así como los nexos gramaticales se van reduciendo y la capacidad visionaria e imaginativa va alejándose del campo de la visión del hecho real, desencadenante del poema. En la descripción de paisajes, casi siempre nocturnos hay elementos (símbolos, colores, personajes) en los que se manifiesta una muy personal visión del mundo, sumamente oscura y pesimista: “El mirlo se lamenta entre las deshojadas ramas. / Rojos racimos se balancean contra las herrumbrosas verjas/... como niños pálidos que hacen ronda a la muerte”. Georg Trakl nos ha dejado en herencia una de las obras poéticas más profundas y audaces del siglo xx. El interés que suscita ha ido en aumento a lo largo de la centuria. A caballo entre el expresionismo y el simbolismo, su obra es una síntesis original de los impulsos innovadores que le llegan de los grandes autores franceses, sobre todo de Rimbaud, y de sus dos maestros alemanes, Hölderlin y el poeta romántico Novalis.

Critica

Su voz fue poco escuchada por sus coetáneos. Wittgenstein, Rilke y otros…le dedicaron varios ensayos a su poesía. En 1917 Rilke escribía: “la poesía de Trakl es un objeto de existencia divina para mí... el más conmovedor de los lamentos ante un mundo imperfecto”. En 1953, en su estudio “Georg Trakl”, Martin Heidegger lo llama “Poeta del Occidente aún oculto, de una nueva generación regenerada que sucederá a la actual”, llegó a afirmar que toda esta obra podía ser interpretada “como el desarrollo de un solo poema”.considerándolo el sucesor de Hölderlin. La interpretación heideggeriana de la poesía de Trakl ha suscitado muchas discusiones. Se le reprocha haber negado el cristianismo de Trakl, pese a las explícitas declaraciones hechas en este sentido por el poeta. Por otra parte, la ambigüedad esencial de la poesía de Trakl, el que se expresa por imágenes más que por conceptos, posibilita las más diversas interpretaciones. Dice, por ejemplo, Michael Hamburger (en su libro Reason and Energy): “Aun se podría llegar a afirmar que Trakl era marxista, por su visión del capitalismo en decadencia” “Lo que hizo de Trakl un gran poeta fue la autenticidad de su derrota”, estas palabras de Walter Muschg cifran una vida entregada al alcohol, las drogas, el incesto con su hermana pequeña, que fue el gran amor de su vida, y rematada por el suicidio, como dice Jenaro Talens “de modo ciertamente calificable como suicidio”. Otto Basil dice de él, sus fantasías son comparables a fabulas o mitos por el carácter oscuro de su contenido simbólico, pero que personifican los destinos internos de una individualidad por eso permiten reconocer la continuidad de toda la evolución personal, ofrecen una imagen ideal de un sistema neurótico principalmente a través de dos hechos: su genialidad y un pecado sexual de juventud. La trayectoria poética de Trakl es una búsqueda dolorosa donde el inconsciente tiene un papel importante (cada poema representa un sufrimiento intenso). Presencias inquietantes que se mueven en un mundo onírico o alienado y se desligan de su propia época. En su poesía la nieve es negra, la noche blanca, el sol se hunde en sábanas negras, el agua es azul, el venado es azul, los frutos que caen del árbol son azules, la calma es azul, la mano de la madre está helada, es dura la del padre. Es notable la utilización de los colores especialmente el azul, un color que para el no representa el color del cielo o de la felicidad o el anhelo, sino la desgracia, la culpa y el mal. Otro elemento es el aspecto reiterativo del uso de las formas adverbiales para iniciar el verso, principalmente el carácter temporal. Reitera los verbos hundirse, inclinarse, decantarse etc.… imágenes de la podredumbre especialmente graficas con la intervención de las ratas los cuervos, los gusanos… Su estilo es abrupto y violento en su obra poética se une la nostalgia de la ternura y el presentimiento del fin del mundo occidental. El suyo fue un intento desesperado por indagar un lenguaje para aquellos que han enmudecido, por construir una interpretación del mundo desde el alejamiento y el silencio. Fue consciente de que, colocados ante una realidad fragmentaria, quebradiza, donde nada llega a ser plenamente lo que es, la palabra misma, avanzando a tientas, incapaz de penetrar e iluminar el corazón de dicha realidad, se transforma en un obstáculo, en un elemento desarticulador. Es, por así decirlo, el primer eslabón de la relegación del poeta, cuyo drama es no poder hacer de la palabra un vehículo vivo del sentimiento. Ajeno a su propia palabra, como un extraño para sí mismo, la voz indecisa de Trakl se transforma en murmullo, en balbuceo, en sumisión al silencio. La noche del lenguaje es «una noche sin viento, sin astros ... ». Y la vocación del poeta no es otra cosa que «el dulce silencio colmado de respuestas quedas a oscuras preguntas» En cierta medida, compartió la sospecha de Hamann y Robert Browning: expresar es usar símbolos y los símbolos limitan, desperfilan la realidad en su inagotable e incomunicable individualidad, la mutilan bajo el torpe disfraz de las abstracciones. Ya no se trata meramente de sondear lo real, de expresarse singularmente a propósito de lo que se vive, o de crearse a través del decir, a la manera de Goethe o Rilke; la poética de Trakl, con el sosiego como telón de fondo, es antes que nada una poética sobre el hundimiento del lenguaje, sobre la disolución de la palabra como portadora y reveladora, una confesión de impotencia ante un estrecho molde de fabricación humana. Ante un mundo envilecido por el mal, con el hombre como un ser degradado, corroído por la culpa, la enfermedad y la muerte («todos los caminos llevan a la negra putrefacción»), el creciente malestar de Trakl no encuentra -como en Hölderlin un refugio o un asilo en la palabra amada; su orfandad e incomunicación es total. La palabra es apenas un cadáver, un remedo, que jamás alcanza la posesión de aquello que nombra. Ello explica la permanente vaguedad e indefinición de su lengua poética, cuyas imágenes yuxtapuestas, en apariencia descriptivas, más que mostrar o explicar, se limitan a sugerir, a crear un clima emocional determinado, apelando para ello a los colores -el azul ocupa un papel dominante-, al asedio continuo de determinados sustantivos y adjetivos, al juego reiterado de sabores, olores y formas. Nada parece completamente definido; el reino solitario de objetos, paisajes y seres, despojándose de cualquier ilusión tranquilizadora, sucumbe una y otra vez a la tentación del silencio. Es probable que la angustia originaria de Trakl -aquella que funda su poesía- haya sido la angustia ante la pérdida del habla; pues más allá del desafío creador, intuyó que el poeta está condenado irremisiblemente al universo agonizante del lenguaje, cuyos estrépitos vacuos minan «la carne y la sangre de las cosas» y relegan lo sagrado a la esfera de lo incomunicable, de lo indecible. Interpelado por un destino fatal y efímero, por una existencia que bien podría ser asimilada a un dudoso sueño de sueños, cuando la palabra deja de ser anuncio y artífice, el poeta, desligado de su individualidad, se despide de sus verdaderas herramientas y se aísla en un mutismo sombrío y sobrecogedor. Por eso se desenvuelve a la sombra de una permanente tensión interna, en la que resuena constantemente la pregunta por el sentido de la experiencia poética, de la tarea primordial del artista, de las visiones que el poeta intenta exorcizar -en un contacto vital nuevo y profundo- a través del precario tránsito de la palabra.

«Es el dulce momento del amor. Qué bellamente se suceden las imágenes... Se hunde todo esto en silencio y en paz... Las palabras lo son todo»,

El drama fue precisamente ese: las palabras, más que rebosar vida, la confunden y la descomponen. Tambaleantes y raquíticas, lejos de agotar, marchitan lo sagrado. El hombre es sólo carroña verbal; las palabras no hacen sino consumar su apartamiento esencial. Por eso, el ámbito del poeta no es ya depurar lo indepurable -el lenguaje- sino conjurar una realidad crepuscular a través del silencio, donde lo existente y la nada se funden en una protesta más sonora y vehemente.

Sus principales trabajos se encuentran en los libros:

  • Poemas (1913)

  • Sebastian en el sueño (1915, edición póstuma)

  • De Herbst des Einsamen ( El otoño del solitario, e.p. 1920)

  • Gesang der Abgeschieden ( Canción del fragmentado, e.p. 1933)

  • Aus goldenen Kelch (Desde la copa de oro, e.p. 1939)

  • Offenbarung und Untergang (Revelación y decadencia, e.p. 1947)


Bibliografía:

OTTO BASIL. Georg Trakl “Rowohlts Monographien”

Rowohlt Verlag, Reinbeck bel Hamburg (10ª ed. 1982)

GEORG TRAKL. Obra Poética.

Traducción de Feliu Formosa (ED. Empúries 1990)

SEBASTIAN EN SUEÑOS Y OTROS POEMAS

Georg Trakl. Edición bilingüe de Jenaro Talens

Galaxia Gutemberg. Circulo de Lectores.2006


Gloria Recarey


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2 Comentarios

  1. Ya te felicité en persona querida Glòria pero quiero dejar constancia tal como te comenté de la alegría que me produjo la publicación de tu monográfico, expléndido. Un beso grande.

    Aigua.

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  2. Excelente!
    Adoro al poeta, y tu análisis es absolutamente sobrecogedor.
    Felicidades. Un gran artículo.

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