Beatriz Pérez Sánchez, tú, yo, y los planetas ...

Tú y yo: entre los planetas, los círculos de Eliasson y el infinito


Los espejos estaban fuera nuestro esta vez.

Proyectaban arco iris, luces blancas y planetas

a mi alrededor.

Ocurrió mientras paseaba

entre las obras de Olafur Eliasson,

un dos de agosto.

Algo nuevo en la experiencia

de mis sensaciones con respecto al universo.

Y a mi lado,

a mi lado, tú.


Sí, ocurrió otra vez que entraste

en mi interior, ese lugar que tú y yo conocemos.

Un suceso habitual en las gargantas

de los otros, pero no en la mía.


¿Un anillo flotante puede cambiar

la concepción del espacio-tiempo?

Pregunté-

imaginando tus respuestas, tu voz,

tu ausencia-

acerca de los edificios de lego blanco,

sobre el color de los eclipses

y por la rotación de la luna de Miró.


Sí, éramos tú y yo: tú interpretabas la ciencia

y yo la reinterpretaba como si tus palabras

pudieran reescribirse en mi silencio.

Mutismo que corre por el desfiladero

de un lenguaje construido para un instante arquitectónico.


Y me he encontrado sin quererlo-

o puede que sí y provoqué tu ausencia-

rodeada de ti,

entre los planetas, los círculos de Eliasson y el amor.

Nítida imagen cercana al oráculo de ayer,

a mi pequeño dios de museo y al infinito.


Round rainbow 2005
The light setup, Lund Konsthall, 2005


El principio del final


Instante del ser volante,
parecía marcarme.

Final

La baranda albergó el pájaro,
desconocía mi existencia,
sin mirarme,
me señalaba ...

El principio



Odilon Redon. Ojos Cerrados. 1890. Musée d’Orsay. París.


Bienvenido cuerpo


Bienvenido cuerpo:

te lo contaré bajito

cuando las noches añadan su pausa

al viento helado

y los días se vuelvan algo cortos.


Hace un rato pasó algo inolvidable-

creo que se llamaba amor,

luz o espacio-

y no abundan esos escenarios en la última década

donde la subida a la autopista del deseo

se pacta en un área sin nombre.


¿Puedes escribir sobre esto?

¿Puedes encontrar un resquicio de aire en esa idea?


Han caído los límites del tiempo.

Sí, cayeron

y marcaron los minutos desde el reloj

que habitaba el árbol.


En flores de delirio,

ayer,

mientras subía las escaleras

quería preguntarte nuevamente…


¿Puedes escribir sobre esto?


Pero no hay respuesta sin respuesta

para el ocaso sincero

o para los versos pintados de azul.


Cielo opaco,

amor,

imaginación clara y versos libres a tus pies.


Beatriz Pérez Sánchez


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4 Comentarios

  1. Lo obscuridad de existencia ciega mis sentidos, ayudame luz a encontrar el camino, ayúdame tu a descifrar la verdad...
    El Arqui

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  2. Recibido e interpretado tu mensaje, Arqui. Mucha poesía es simplemente para no entender nada o quedarse con lo que interesa entender.

    Por algo ser diferente es parte de la vida, puede que lo mejor.

    Gracias,

    Bea

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  3. Recibido e interpretado tu mensaje, Arqui. Mucha poesía es simplemente para no entender nada o quedarse con lo que interesa entender.

    Por algo ser diferente es parte de la vida, puede que lo mejor.

    Gracias,

    Bea

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  4. Mi boca aun guarda palabras no dichas que esconden sentimientos que hoy se que nunca tus oidos oiran.....

    Con el silencio se dicen tantas cosas...

    Solo hay que encontrar las personas que sepan interpretarlos, asi, como tu..

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