Ascenso a el “Turó de L’Ermità” por Ramón Puig Treserra, traducción al castellano de Cesc Fortuny i Fabré

Ramón Puig Treserra

Bélgica 1972. Técnico en estadística, ha cursado estudios de meteorología en la universidad de Barcelona. Trabaja como Bioestadístico en la ciudad sanitaria de la Vall d'Hebron . Osona, comarca llena de montañas, el pre Pirineo, y su vocación por el riesgo y la aventura, le han convertido en viajero empedernido y apasionado por el montañismo, dedicandose a buscar nuevos picos poco concurridos en el Pirineo. Conoce todas las cordilleras de los Países Catalanes y de la Península Ibérica. A nivel Europeo ha hecho los Alpes, los Balcanes, etc.
Hace 8 años que es guía voluntario de la sierra de Collserola, que conoce de norte a sur y de este a oeste.
Ha realizado interesantes viajes al norte de Grecia, Albania, o al sur de Italia entre otros muchos, a base de mapa y mochila.
El último de ellos, ha sido precisamente en tierras Balcánicas, y a sus altas montañas, Albania, Kosova, Montenegro y Macedonia.
Ha participado a carreras de montaña y resistencia, (Matgalls-Montserrat, Nuria -Berga, Gracia -Montserrat etc).



Cesc Fortuny i Fabré

Barcelona 1971. Artista polifacético, ha participado en varios talleres de narrativa y de poesía y realizado diversos cursos de literatura. Bilingüe en su educación, su obra se desarrolla tanto en catalán como en castellano, y además de la poesía, escribe relatos así como ensayos sobre música y cine, publicados en diversos medios. Ha publicado en España y Puerto Rico, con Ediciones Atenas y con Isla Negra editores. Ha ganado o resultado finalista en diversos concursos de literatura desde el año 1988 hasta el año 1995.



assat carnaval, dies de festa i xerinol

El Parque de Collserola

Con más de 8000 ha, representa una verdadera isla verde en medio de una de las áreas urbanas con mayor densidad de población de la ribera mediterránea. El 50% de la población de Catalunya vive a menos de diez kilómetros del parque, lo que le confiere la categoria de parque metropolitano más grande del mundo, 8 veces más grande que el Bois de Boulogne de París y 22 veces más grande que el Central Park de Nueva York. Los valles de los rios Llobregat y Besós, junto con el llano de Barcelona y la depresión del Vallés, definen los límites geográficos del macizo de Collserola.


Ascenso a el “Turó de L’Ermità” por Ramón Puig Treserra

Passat carnestoltes, dies de festa i xerinol.la, convenia fer una sortida a l’emblamàtic “Turó de l’Ermità”, desconegut per a molta gent, però pal de paller de la gent de “Can Coll”.

Ens vam ajuntar una trentena de persones, petits i grans, a l’era de la masia, el temps era rúfol amb una boira pixenera, però cap a les onze del matí el sol ja treia el nas entre els alzinars i els turons. Un cop l’Antonio de Montcada i el narrador que us explica la història vam fer una petita exposició del que fariem tot indicant amb el dit índex la llunyania del turó, una gran gatzara, rialles i preguntes van brollar de l’era, “allà dalt?” ... ”tant lluny?”, però tot recordant una frase d’un amic alpinista,

encarant el pic sense il.lusió, no es pot caminar” i amb la il.lusió de la gent, vam començar a emprendre el camí cap al turó de l’Ermità.

El primer tram fins arribar al coll del turó vam passar per una zona ferèstega i ombrívola, plena de vegetació, poca llum i molta humitat, el camí era estret, gens transitat, mes aviat solitari, i on els rastres dels sanglars és deixaven veure a tort i a dret. Molta quitxalla preguntava per ells, la nostra resposta va ser que el diumenge el sanglars dormien.

Feia impressió veure aquella corrua de gent en fila india,

enfilant l’últim tram abans d’arribar al Turó.

Un cop a dalt, tot era claror, la boira anava marxant,i el sol ja lluïa el seu vestit ... feia calor ... però valia la pena tot observant atònits les planes del Vallès, Sant Llorenç de Munt, Montserrat, el Montseny etc. per una banda, i Barcelona per l’altre, tot un privilegi. Si que n’era de llest aquest ermità (tothom pensava).

Al capdamunt d’una pedra, l’Antonio ens va fer una ràpida explicació sobre plantes i arbusts de la zona, que va deixar bocabadada a la gent, i sense temps a reaccionar vam començar el descens tot baixant per la “zona del trampolí”, un torrent que baixa de cop, un pel perillós però emocionant.

Seguint la pista forestal de “can Catà”, vam trencar per un altre torrent que ens va deixar al camí de “Can Coll”. Quan fa baixada, la gent va mes relexada i contenta, i amb maïnada al capdavant, la marxa va intensificar el ritme.

Un cop a baix, no calia preguntar, la gent en volia més, i els hi vam proposar l’ascens al turó del “Puig de la Guardia”, un altre turó emblmàtic de la zona, la respotsa va ser contundent: “Pugem-hi tots!”

Un cop a dalt del turó, amb la torre de vigilància al costat, tot era menjar i riure compartint impressions, la caminada quasi be arribava a la seva fi, i la gent estava molt contenta, molts volien repètir, i d’altres l’havien trobat massa curta.

Esperem repetir moltes vegades més aquesta gratificant experiència.

L’ermità espera més visites.


Ramon Puig Treserra



Can Coll

Centro de educación ambiental dirigido a las escuelas de educación infantil y primaria. Ofrece también programas destinados a las escuelas de educación especial y de adultos y sesiones de didáctica del medio ambiente y la educación ambiental dirigidas a futuros maestros.


Traducción de Cesc Fortuny i Fabré

Pasado carnaval, días de fiesta y jarana, convenía hacer una salida a la emblamática “Colina del Ermitaño”, desconocida para muchas personas, pero punta de lanza de la gente de “Can Coll”.

Nos juntamos unas treinta personas entre niños y adultos, reunidos en la era de la masía, el tiempo era huraño, con una niebla meona, pero hacia las once de la mañana el sol ya sacaba la nariz entre los encinares y las colinas.

Una vez Antonio de Montcada y el narrador que os explica la historia, hubimos hecho una pequeña exposición de lo que haríamos, indicando con el dedo índice la lejanía de la colina, una gran algazara, carcajadas y preguntas brotaron de la era, "¿allí arriba?" ... "¿tant lejos"?, pero recordando una frase de un amigo alpinista, “atacando la cima sin ilusión, no se puede caminar” y con la ilusión de la gente, emprendimos el camino hacia la “Colina del Ermitaño”.

El primer tramo hasta llegar al cuello de la colina pasamos por una zona lúgubre y sombría, llena de vegetación, poca luz y mucha humedad, el camino era estrecho, nada transitado, más bien solitario, donde los rastros de los jabalies se mostraban a diestro y siniestro, muchos chiquillos preguntaban por ellos, nuestra respuesta era que en domingo los Jabalies duermen.

Causaba impresión ver tanta gente enfilando el último tramo antes de llegar a la Colina. Una vez arriba, todo era claridad, la niebla se iba, y el sol ya lucía su vestido ... ¡hacía calor! ... pero valía la pena observar atónitos las llanuras del Vallès, por un lado Sant Llorenç de Munt, Montserrat, y el Montseny, y por el otro Barcelona, todo un privilegio. Si qué era listo este ermitaño (pensamos todos).

En lo alto de una roca, Antonio nos hizo una rápida explicación sobre plantas y arbustos de la zona, que dejó boquiabierta a la gente, y sin tiempo a reaccionar empezamos el descenso, todo bajada, por la zona del “trampolín”, un torrente que desciende inesperado, un poco peligroso, pero emocionante ... siguiendo la pista forestal de “casa Catà” rompimos por otra torrentera que nos dejó en el camino a “Can Coll”, cuando el sendero hace bajada la gente se relaja, y contenta y con chiquillos al frente, la marcha intensificó el ritmo. Una vez abajo, no había que preguntar, querían más, y les propusimos el ascenso al “Puig de la Guardia”, otra colina emblmática de la zona, la respuesta fue contundente: "¡Subamos!"

Una vez arriba, con la torre de vigilancia a un lado, todo fue comer y reír compartiendo impresiones, la caminata casi llegaba a su fin, y la gente estaba muy contenta, muchos querían repètir, y otros la encontraron demasiado corta.
Esperamos repetir muchas veces esta gratificante experiencia.

El ermitaño espera más visitas.


Cesc Fortuny i Fabré


Publicar un comentario

1 Comentarios

  1. oh, avisadme la próxmima vez... un giro temático y oxígeno para la Nausea.

    Abrazos de montaña,

    Bea

    ResponderEliminar