LA POESÍA DEL ESTE por Xavier Farré

Xavier Farré

L’Espluga de Francolí, 1971 es poeta y traductor. Traduce del polaco y del esloveno. Cabe mencionar sus traducciones de Czesław Miłosz (Travessant fronteres. Antologia poètica 1945-2000, Proa, Barcelona), de Adam Zagajewski (Tierra del Fuego/Terra del Foc, Deseo, Antenas, todas en Acantilado, Barcelona) y los ensayos de Zbigniew Herbert; y del esloveno, las traducciones de Aleš Debeljak (La ciutat i el nen, Barcelona, Edicions la Guineu) y Lojze Kovačič (Los inmigrados, Siruela, Madrid).
Como poeta, ha publicado Llocs comuns (Lugares comunes) (2004); Retorns de l’Est (Tria de poemas 1990-2001) (Retornos del Este –Poemas escogidos, 1990-2001) (2005); Inventari de fronteres (Inventario de fronteras) (2006). En 2008 aparece su último libro de poemas: La disfressa dels arbres (El disfraz de los árboles). Algunos de sus poemas han sido traducidos al croata, esloveno, inglés, polaco y sueco.


LA POESÍA DEL ESTE

En los últimos años hemos asistido a un fenómeno que, seguramente, se va a acentuar todavía más en el futuro. Las grandes potencias que hasta el momento habían dominado todas las tendencias en la poesía (por ejemplo, la literatura alemana, la francesa, la italiana) van perdiendo vigor en aras de literaturas que hasta hace muy poco eran consideradas minoritarias. La periferia lentamente va ocupando el lugar del centro. No obstante, faltaríamos a la verdad si dijéramos que lo que existe es un cambio de bloques literarios, de lenguas que empiezan a dominar el panorama contemporáneo. No hay ninguna duda de que el inglés, con el peso omnipresente de la literatura americana, es uno de los focos (sino el foco) que va irradiando su área de influencia cada vez más. Lo que realmente sería la base del fenómeno es que una serie de autores concretos de literaturas consideradas pequeñas están alcanzando cotas de popularidad (si es que se nos permite utilizar esta palabra al hablar de poesía) y de influencia que años atrás habría resultado casi imposible. La existencia de tal coyuntura se explica gracias a la traducción por una parte, y también a las nuevas vías de comunicación que ha permitido internet.
La traducción pasa inevitablemente por una lengua poderosa, de esta manera se cierra el círculo. O, en el fondo, hay una entrada como si de un caballo de Troya se tratase con medios lingüísticos. Hay toda una retroalimentación que funciona en una dirección centrípeta-centrífuga continua. Por ejemplo, no se puede explicar la aparición de la poesía eslovena en círculos fuera de su acción estrictamente lingüística si no es gracias al hecho de que primero ha habido una entrada de esta poesía en el mercado americano. Éste, a su vez, y mediante las traducciones, irradia esta poesía hacia otras lenguas que habrían mostrado muy poco o nulo interés si no hubiese sido por este paso previo. Lo mismo ocurre con autores polacos, con autores macedonios, etc. En general, con una serie de autores que habían sido mayoritariamente olvidados o no contemplados por cuestiones de geografía política. Autores que pertenecían a otro bloque y que, por ende, estaban encerrados (por fuerza) en un mundo al que no se podía acceder.
Esta situación no surge de un día para otro, sino que se va creando de forma paulatina a través de una serie de estructuras de poder. Entre estas estructuras cabría citar, por ejemplo, la enseñanza en universidades (norteamericanas) de prestigio, el hecho de recibir un premio importante (Nobel u otros) y el lugar que ocupa un determinado poeta en su propia cultura. Así, en el caso de las literaturas eslavas, hay unos autores que han conseguido amplio reconocimiento a partir del ejercicio (por ellos mismos o por otros poetas) de estas estructuras. Los poetas polacos seguirían siendo bastante desconocidos si no hubiese sido por autores como Seamus Heaney, Josiph Brodsky o Czeslaw Milosz. La literatura de la antigua Yugoslavia (o quizás mejor, concretizando con la poesía serbia) no tendría a autores como Vasko Popa en el panorama internacional sin las figuras de Ted Hughes, o de Charles Simic (que se ha convertido en un auténtico embajador en los Estados Unidos de la poesía de su país de origen, aunque él sea un poeta norteamericano, en inglés como lengua de creación). La poesía eslovena, un fenómeno muy particular, tan sólo cabría citar el hecho de que el año anterior se tradujeron más poetas eslovenos en los Estados Unidos que italianos, alemanes o franceses, incluso a veces sumando estos autores, no podría gozar de una posición tan favorable sin las actuaciones de poetas como, principalmente, Tomaz Salamun, o Ales Debeljak. La poesía checa debe buena parte de su reconocimiento a un autor como Miroslav Holub y a los ensayos del ya mencionado anteriormente Seamus Heaney.
Hay otros factores, de raíz histórico-cultural que han contribuido al estado actual. Por una parte, no hay que olvidar los cambios sufridos después de la caída del Muro de Berlín, o también las guerras fratricidas que tuvieron lugar en la antigua Yugoslavia. En el artículo titulado “Stefanel Zweig” el autor bosnio Mile Stojic que a la sazón residía en Viena, explica todo el proceso de transformación del mercado literario, así como también de las librerías (el texto trata principalmente de una conocida librería de Viena) durante los años 1994-1996. En un momento afirma “La muerte de mi país provocó que en las librerías europeas se encontraran primero sus autores”. Aunque si bien es cierto que el interés se centraba más en la novela que en la poesía, hay que tener en cuenta que los fieles lectores del género poético siguen, lo quieran o no, van a la zaga de las modas que muchas veces la realidad política impone. En el artículo antes citado, Mile Stojic comenta cómo intentó publicar su poesía en Viena en aquellos años y se encontró con una respuesta negativa, pero por otra parte: “ con placer publicarían una novela mía. Después me expusieron sucintamente su punto de vista: la novela tenía que mostrar el amor entre un musulmán y una serbia en el cerco de Sarajevo con una detallada descripción de las crueldades de la guerra y de la lucha de todos contra todos (sin tomar parte por ninguno de los contendientes, y haciendo hincapié en lo absurdo de la matanza, me recordaron) y con un final romántico, y en unas 120-150 páginas, a lo sumo”. Escribir una novela por encargo, con todas las características fijadas, y sobre todo dependiente de unos avatares sociales (históricos ya, en la actualidad). Es éste un riesgo que seguramente no tendrá la poesía. Finalmente, el autor bosnio, después de haber pasado dos años en Sarajevo, en la ciudad en ruinas, regresa a Viena en 1999, y se percata de que en la librería ya había desaparecido el apartado de literatura balcánica. El tema había dejado de tener interés.
Los dos aspectos históricos mencionados anteriormente dan pie a otro fenómeno que centró la atención durante unos años en una parte de Europa que había sido olvidada por la guerra fría. En numerosos simposios, en las páginas de las revistas culturales más prestigiosas se discute sobre el concepto de Europa Central. Se barajan múltiples interpretaciones y Europa Central se convierte en un concepto casi vacío. Aparecen las diferentes fuerzas de influencia para poder determinar sus fronteras, una Mitteleuropa con un componente germánico marcado frente a una relación de países que tienen como punto común las lenguas eslavas, la concreción en los países que formaron parte del Pacto de Varsovia, las fronteras del antiguo Imperio Austrohúngaro o incluso las diferencias de carácter religioso (la iglesia católica occidental frente a Bizancio). Una detrás de otra, como castillos de naipe, van cayendo y se van volviendo a montar las concepciones de Europa Central. En estas discusiones son los mismos integrantes de esta supuesta Europa Central los que toman la palabra. El discurso es analizado desde el interior, por lo cual será difícil llegar a cualquier tipo de consenso. Pero son estos autores los que cobran protagonismo, y los que posteriormente podrán tener un acceso más directo a diferentes traducciones. Se despierta un interés que vuelca la mirada en una periferia que en había existido como centro y que lo vuelve a reclamar. Pero ahora, la fragmentación de países y de lenguas no está bajo una máquina de homogeneización, y esto permite que afloren esas comunidades pequeñas de la Europa que se está discutiendo.
Son varios los factores que, siendo indisolubles de las contingencias mencionadas más arribas, han determinado el cambio de paradigma de centro-periferia. La voz poética de unos autores que se saben dentro de una jerarquía de valores sobre la que uno tiene que posicionarse sería uno de los elementos fundamentales. Tanto si es para violentarla o enfrentarse a ella, como en el caso de Tomaz Salamun, como si es para mantenerla con firmeza, como en Adam Zagajewski, o para replantearla dentro de una encrucijada postmoderna, como en Ales Debeljak, la jerarquía está subyacente. Esta capacidad de integrarla, que muchas veces es ausente en otras tradiciones, determina un discurso poético que atraviesa fronteras puesto que alude a la posición humana ante las vicisitudes de una historia, una geografía o una historia que con frecuencia nos son incomprensibles o arbitrarias.
Hoy en día, poco ya importa que una literatura determinada sea la portadora de una estética que se desplaza a todas las literaturas, no impuesta, pero sí absorbida. En un mundo poético lleno de nombres que circulan a gran velocidad por la red, lleno de autores que tienen la posibilidad de mostrar de una manera más rápida y eficaz el resultado de sus búsquedas artísticas, lo que realmente tiene importancia es que algunos autores, algunas individualidades, sigan recordando que el siglo XX ha sido terrible y que el siglo XXI es una auténtica incógnita en cuanto al hombre, a su situación en el mundo y a su situación dentro de la sociedad. Que este hecho se exprese en lenguas que han estado durante mucho tiempo fuera de los círculos de influencia puede explicar un cierto agotamiento de estos últimos y una incapacidad de regeneración a la hora de vehicular las inquietudes del hombre postmoderno volcado en el espejo del modernismo. Una regeneración que sí han sabido llevar a cabo los autores antes mencionados.

Algunos poemas de Xavier Farré

ÍSTRIA

Els territoris saben com adquirir els pòsits
de la identitat. Són pacients i esperen anys.
Com aquí a la península. En lloc de barreres
per delimitar-se, les capes se superposen.
Una petjada troba el seu model uns metres
més avall. Se’n pot fer una prospecció.
El pòsit és cada cop més rígid, un fòssil
que no ens remet a cap origen (pobre
Darwin ingenu). Un tall i hi veiem les imatges
encastades. Hem de buscar un alfabet
per desxifrar-les, o ja fou inventat.
La terra desprèn una amargor de fel.
A un cantó hi ha el mar, a l’altre, el mar.
Ni la salabror podrà vèncer el pòsit
que seguirà reposant a la península.




ISTRIA

Los territorios saben cómo adquirir los posos
de la identidad. Son pacientes, y esperan años.
Como aquí en la península. En lugar de barreras
para delimitarse, las capas se superponen.
Una huella encuentra su modelo unos metros
más abajo. Se puede hacer una prospección.
El poso es cada vez más rígido, un fósil
que no remite a ningún origen (pobre
Darwin ingenuo). Un corte y vemos las imágenes
engastadas. Habrá que buscar un alfabeto
para descifrarlas, o ya fue inventado.
La tierra desprende una amargura de hiel.
A un lado hay el mar; al otro, el mar.
Ni la salobridad podrá vencer el poso
que seguirá reposando en la península.

DESCOBERTA

Puc recuperar els sons, la ment descansa,
no ha de fer cap esforç buscant l’ajut
de la vista. És innecessari llegir els llavis.
No he de buscar el significat, com claus a l’acte,
en el diccionari dels absurds imaginats.
I es fa estrany veure com altres signes malden
per ocupar un espai que els era propi. Ho entens.
La bifidesa t’acompanyarà sense descans.




DESCUBRIMIENTO

Puedo recuperar los sonidos, la mente descansa,
no tiene que hacer ningún esfuerzo con la ayuda
de la vista. Es innecesario leer en los labios.
No tengo que buscar el significado, como llaves
al acto en el diccionario de los absurdos imaginados.
Y es extraño ver como otros signos se esfuerzan
para ocupar un espacio que les era propio. Lo entiendes.
La bifidez te va a acompañar para siempre sin descanso.







De Búsqueda


(vi)

Repiqueteja la pluja a l’ampit llaunatat.
Marca un ritme gens regular, una música
dodecafònica emmarcada amb paciència
en un esquema. Com els objectes de la taula
que només acompanyen els llibres. Poemes,
poemes en diferents llengües on em capbusso
per extreure’n una confusió que abans
no existia. Com la d’aquesta pluja
que ha trencat la filera dels dies amb massa
sol. Deixo un llibre a la llauna de l’ampit.
Canvia el ritme, el so és sec, contundent,
segueix irregular. S’endinsa en la pell del llibre,
comença a esborrar les paraules, els límits
dels versos. Els poemes s’estenen per tota
la pàgina. La pluja determina el ritme del
poema. Sempre colpejant en el mateix lloc.


(vi)

La lluvia repiquetea en el alféizar hojalatado.
Marca un ritmo nada regular, una música
dodecafónica enmarcada con paciencia
en un esquema. Como los objetos de la mesa
que sólo acompañan a los libros. Poemas,
poemas en diferentes lenguas. Me zambullo
en ellos para extraer una confusión que antes
era inexistente. Como la de esta lluvia
que ha roto la serie de días con demasiado sol.
Dejo un libro en la hojalata del alféizar.
Cambia el ritmo, el sonido es seco, contundente,
sigue irregular. Se adentra en la piel del libro,
empieza a borrar las palabras, los límites
de los versos. Los poemas se extienden por toda
la página. La lluvia determina el ritmo del poema.
Siempre golpeando en el mismo punto.

(x)

Quan són les set, totes les hores esdevenen silencis
repetits. Grans de sorra en un rellotge perpetu
que no gira mai. Silencis en els carrers buits.
L’eco de les teves passes es repeteix encara a casa.
Uns auriculars que sorprenen la memòria. Busca
altres ritmes en el brogit diürn. En l’oblit
de sortir de casa. Endinsar-se en les venes,
una injecció dolorosa. Però aquesta no és la ciutat.
L’única expedició que t’encamina al silenci, hores
repetides, fulles que s’acumulen en la solitud
dels pocs records arrombollats en períodes
de vacances. És així que el refugi que busques
emet tan sols imatges en una pantalla muda.
El carrer queda desert. Les hores inicien
el camí de la foscor, com ratpenats. Miren
el món cap avall. Puja la sorra del silenci.

(x)

A las siete, todas las horas son silencios
repetidos. Granos de arena en un reloj eterno
que no gira nunca. Silencios en las calles vacías.
El eco de tus pasos se repite dentro de casa.
Unos auriculares que sorprenden la memoria.
Busca otros ritmos en el estridor del día.
En el olvido de salir de casa. Adentrarse
en las venas, una inyección dolorosa. Pero ésta
no es la ciudad. La única expedición que te encamina
al silencio, horas repetidas, hojas acumulándose
en la soledad de los parcos recuerdos arremolinados
en periodos estivales. Y así, el refugio que buscas
emite tan sólo imágenes en una pantalla muda.
La calle queda desierta. Las horas inician el camino
de la oscuridad, como murciélagos. Miran el mundo
cabeza abajo. Sube la arena del silencio.

(xii)

És el món dels rius. La mort i la vida
que s’escola com les venes de les ciutats.
Del cor bombeja per resseguir tots els punts
del cos, ple de ferides. La lluita d’un felí
perillós. S’acosta silenciosament, i amb un cop
pot obrir-te en canal. I la construcció
de ponts. El riu els obre, el riu els tanca.
El riu els enfonsa. Un sol moviment.
És el món dels ponts. Les bastides
que es desfan en acabar l’edifici.
Els punts de suport que desapareixen,
com claus rovellats enmig de la brossalla.
El pensament per entrar al carrer busca
el pont al mapa, el riu que parteix
la ciutat. Així és com pot caminar.
Sempre dubtant entre dues meitats.

xii

Es el mundo de los ríos. La muerte y la vida
que se pierde como las venas de las ciudades.
Bombea del corazón para seguir los puntos
del cuerpo, lleno de heridas. La lucha de un felino
peligroso. Se acerca en silencio, y de un golpe
puede abrirte en canal. Y la construcción
de los puentes. El río los abre, el río los cierra.
El río los hunde. Un único movimiento.
Es el mundo de los puentes. Los andamios
que se desmontan al acabar el edificio.
Los puntos de soporte que desaparecen,
como clavos oxidados en medio de la broza.
El pensamiento para entrar en la calle busca
el puente en el mapa, el río que divide
la ciudad. Así es como puede ir hacia adelante.
Siempre dudando entre dos mitades.

(xv)

Entres a la plaça central. Et converteixes en l’objectiu
d’una càmera. Per treure’n un informe precís,
transparent. Les valoracions seran sobreres,
com els ossos llençats al gos després d’un gran
àpat. Apareixerà una natura morta, però la llum
sempre serà diferent. I les ombres amaguen més
que no pas diuen. Són il·lusions del passat passejant-se
en el present com un gat que coneix tots els racons.
Submergeix-te en les ombres, com per travessar un film
revelat massa d’hora. Ara els cafès són buits,
les terrasses amaguen les converses en les cadires
on s’enfonsaven les figures. Queda un estol
de tovalles que reflecteix el sol. Com el marc
en una pintura que encara s’està assecant.
Falten les últimes pinzellades, i al final una imatge:
és la natura morta la que ens defineix.

xv

Entras en la plaza central. Te conviertes en el objetivo
de una cámara. Para extraer un informe preciso,
transparente. Las valoraciones serán sobrantes,
como los huesos lanzados al perro después de una buena
comida. Aparecerá una naturaleza muerta, pero la luz
será siempre diferente. Y las sombras esconden más
de lo que dicen. Son ilusiones del pasado paseándose
en el presente como un gato que conoce todos los rincones.
Sumérgete en las sombras, como para atravesar un filme
revelado antes de tiempo. Ahora los cafés están vacíos,
las terrazas esconden las conversaciones en las sillas
donde se hundían las figuras. Queda una escuadra
de manteles reflejando el sol. Como el marco
en una pintura que todavía se está secando. Faltan
las últimas pinceladas, y al final una imagen:
es la naturaleza muerta quien siempre nos define.
de ¿Elegías Centroeuropeas?

3

Quina és la diferència a la província?
El temps s’atura llargament, ensopit,
i no vol despertar de l’ensonyament.
El riu, estret, baixa com una serp
en plena digestió. És un engany el cos
que passa per les anelles. Una visió.
La ciutat s’acaba ràpid, com si el cercle
del compàs s’hagués tancat massa.

Això és la vida a la província, imatges
de pàl·lids reflexos. No necessites
cap lupa, tot està augmentat fins
a un límit. El dels carrers com talls
en guillotines. El de castells que s’alcen
en turons, confins de la ciutat.
El de les pròpies passes, quan s’aturen
sempre perquè ha acabat l’espai.

3

¿Cuál es la diferencia en la provincia?
El tiempo se detiene largamente, con letargo,
y no quiere despertar de su sopor.
El río, estrecho, baja como una serpiente
en plena digestión. Es un engaño el cuerpo
que pasa por las anillas. Una visión.
La ciudad termina pronto, como si el círculo
del compás se hubiese cerrado demasiado.

Esto es la vida en la provincia, imágenes
de pálidos reflejos. No necesitas ninguna
lupa, todo está ya aumentado hasta un límite.
El de las calles como cortes en guillotinas.
El de castillos que se erigen en colinas,
confines de la ciudad. El que marcan tus propios
pasos, cuando se detienen de repente
porque el espacio ha terminado en un vacío.

5

El cafè és el símbol. Les converses
només aquí són possibles. Rodejat
d’una fusta que alimenta els corcs
d’arreu. Com l’entrada d’un exèrcit
famolenc després d’un llarg setge.
Enmig d’un decorat en una pel·lícula
dels 60. Al davant d’una beguda
que destil·la el color del lloc.

Les converses prenen cos i es condensen
com els tres dits de la tassa.
Es tornen negres i amargues.
S’acabaran amb un glop breu.
Cap plaer, cap gust. Només el líquid
que recorre les parets dels conductes.
Un flux de lava que escalda
el curs de qualsevol conversa.

5

El café es el símbolo. Sólo aquí
las conversaciones son posibles.
Rodeado de una madera que alimenta
la carcoma omnipresente. Como la entrada
de un ejército hambriento después de un sitio
interminable. En medio de un decorado
en una película de los años 60. Delante
de una bebida que destila el color del lugar.

Las conversaciones toman cuerpo
y se condensan como los tres dedos de la taza.
Se vuelven negras y amargas.
Terminaran con un trago breve.
Ningún placer, ningún sabor. Sólo el líquido
que recorre las paredes de los conductos.
Un flujo de lava que escalda
el curso de cualquier conversación.

6

És necessari el tramvia. L’animal
de la ciutat. Un dringar que avisa
del perill imminent. Les vies,
dos camins que no divergeixen.
No es fa necessari escollir, i així
no hi haurà cap diferència.
El camí sempre és el més transitat,
no hi ha possibilitat de pèrdua.

Destarotats, i vells, compten els anys
amb els enfonsaments a l’asfalt.
Com la ciutat. La renovació no té
parada aquí, no s’obriran les portes.
I a dalt, la teranyina que rodeja
tot el centre. Cables que es creuen
com figures imaginàries. Signes
que saben com atrapar les preses.

6

Es necesario el tranvía. El animal
de la ciudad. Un tintineo que avisa
del peligro inminente. Las vías,
dos caminos que no divergen.
No es necesario elegir, y así
no habrá ninguna diferencia.
El camino es siempre el más transitado,
no hay posibilidad de pérdida.

Destartalados, y viejos, cuentan los años
con los hundimientos en el asfalto.
Como la ciudad. La renovación aquí
no tiene parada, no se abrirán las puertas.
Y arriba, la telaraña que rodea
todo el centro. Cables que se cruzan
como figuras imaginarias. Signos
que saben cómo atrapar sus presas.

8

La gran eclosió, el punt àlgid des d’un segle
de corbes que s’enrosquen com serps per escanyar
la seva presa. L’intent d’omplir el buit.
Tot és la recerca del barroc en una filera
d’esglésies i de carrers tortuosos que et duen
al destí de totes les províncies. La derrota
que agafa el color verd de les volutes. Una
capa de rovell submergida en els eterns rius.

Si agafes un mapa dels països inexistents
veuràs com aquí la forma és l’espiral.
Una línia que circumda en si mateixa
per arribar a un centre imaginari. Així
és com s’han de recórrer les ciutats.
El vertigen del mareig en perdre els punts
de principi i final. Saber que el centre
significa una nova corba. Per omplir el buit.

8

La gran eclosión, el punto álgido desde un siglo
de curvas que se enroscan como serpientes para
asfixiar a su presa. El intento de llenar el vacío.
Todo es la búsqueda del barroco en una hilera
de iglesias y de calles tortuosas que te conducen
al destino de todas las provincias. La derrota
que adquiere el color verde de las volutas. Una
capa de óxido sumergida en los eternos ríos.

Si coges un mapa de los países inexistentes
verás como aquí la forma es la espiral.
Una línea que circunda en sí misma para llegar
a un centro imaginario. De esta manera es cómo
hay que recorrer sin descanso las ciudades.
El vértigo del mareo en el momento de perder
los puntos de principio y final. Saber que el centro
significa una nueva curva. Para llenar el vacío.

15

Els mesos freds són un vidre lliscant
que deforma totes les figures. La teva cara
es veu com un pàl·lid reflex de la lluna
en una nit de boira. Crea unes bambolines
on tot és possible: l’horror de trobar-se
davant d’un mateix. Aquesta esdevé
la imatge real, com una moneda després
d’un bany de vinagre. Una lluentor agra.

Només falta la neu. Els cristalls de les volves
que s’endinsen en els solcs del rostre.
Com una fulla d’afaitar rovellada.
I al terra les pròpies passes que menen
a un destí esborrat. S’ha de recórrer
el camí sense descans. I no queda cap
petjada. Només el blanc a la retina.
Com la imatge il·lusòria de l’imperi.

15

Los meses fríos son un vidrio deslizante
que deforma todas las figuras. Tu cara
se ve como un pálido reflejo de la luna
en una noche de niebla. Crea unas bambalinas
donde todo es posible: el horror de encontrarse
delante de uno mismo. Ésta se convierte en
la imagen real, como una moneda después
de un baño de vinagre. Un resplandor agrio.

Tan sólo falta la nieve. Los cristales de los copos
que se adentran en los surcos del rostro.
Como una hoja de afeitar oxidada. Y en el suelo
tus propios pasos que conducen a un destino
borrado. Hay que recorrer todo el camino
sin descanso. Y no queda ninguna huella,
tan sólo el blanco en la retina, persistente.
Como la imagen ilusoria del imperio.

de POEMAS NUEVOS


I

Nues les parets, nus els mobles, com blocs de fredor,
càmeres ocultes, nus els llibres, en obrir-los, les fulles
ressalten la seva blancor, com un llençol després de rentar,
sense traces, s'han escapat les paraules, els punts, les comes,
els signes que ara torno a modelar per crear la teva imatge.
Sobresurt. Somriu. I prefigura la plenitud.


II

Sols els pensaments, com un llapis
enmig de la taula, no escriuen cap ratlla,
cap mot, nomes la mina oblidada, negra,
deixa un polsim. I en descobrir-lo, hi llegeixes
una imatge. Perquè tots els signes son símbols
de la mateixa imatge. Dibuixada amb els pensaments.
Per escurçar una distancia. Per arribar a tu.
Treus el polsim, i en veus un gravat
que el pensament ha imprès. La teva imatge
un altre cop. Una seriació. Per multiplicar-te en mi.

I

Desnudas las paredes, desnudos los muebles, como bloques de hielo,
cámaras ocultas, desnudos los libros, al abrirlos, las hojas
destacan su blancura, como una sábana después de la colada,
sin rastros, se han escapado las palabras, los puntos, las comas,
los signos que ahora vuelvo a modelar para crear tu imagen.
Se destaca. Sonríe. Y prefigura la plenitud.

II

Solos los pensamientos, como un lápiz
en la mesa, no escriben ninguna línea,
ninguna palabra, tan sólo la mina olvidada,
negra, deja polvillo. Y al descubrirlo, lees
una imagen. Porque todos los signos son símbolos
de la misma imagen. Dibujada en los pensamientos.
Para acortar una distancia. Para llegar a ti.
Retiras el polvillo, y ves un gravado
que el pensamiento ha dejado impreso. Tu imagen
otra vez. Una seriación. Para multiplicarte en mí.

Silenci rere les finestres, només algun tren
amb el seu xiulet, com el crit d'un infant,
t'arriba. Per anunciar-te la multiplicació
del silenci. Per sumir-te en els pensaments.

La tv emet imatges mudes. Una realitat
fingida, unes boques que es mouen a destemps.
El llum a l'habitació ageganta les ombres
de les meves mans buscant-te arreu.

Les passes, en el trajecte del bany al llit,
ressonen com campanes en una plaça buida.
Totes busquen el seu camí. I els peus el saben.
Poder arribar fins a la línia del teu cos.

Silenci rere les finestres, imatges mudes,
un xiulet, unes boques obertes, unes passes,
unes campanes, un llum, una plaça, un crit:
m'omplo fins a vessar en la teva presència.


Silencio detrás de las ventanas, sólo algún tren
con su silbido, como el grito de un niño, llega
hasta ti. Para anunciarte en la multiplicación
del silencio. Para sumirte en los pensamientos.

La tv. emite imágenes mudas. Una realidad
fingida, unas bocas que se mueven a destiempo.
La lámpara en la habitación agiganta las sombras
de mis manos buscándote por todos sitios.

Los pasos, en el trayecto del baño a la cama,
resuenan como campanadas en una plaza vacía.
Todas buscan su camino. Y los pies lo saben.
Poder llegar hasta la línea de tu cuerpo.

Silencio detrás de las ventanas, imágenes mudas,
un silbido, unas bocas abiertas, unos pasos,
unas campanadas, una lámpara, una plaza, un grito:
me lleno hasta derramarme en tu presencia.

OMBRES

El llum a l'escriptori és tènue. Només
projecta ombres en els objectes a penes
vistos. Els diccionaris, joiers empolsegats
que amaguen sentits encara no descoberts.
Els bolígrafs, que mai no acabaran
d'escriure el que els queda de vida,
en la tinta que s'assecarà abans no tinguin
temps de formular cap desig en el paper.

La resta queda en la penombra, els sofàs
que potser ja no recorden el pes dels cossos.
L'armari, privat de pensaments, amb maletes
buides. Records de molts viatges i de promeses
que encara han d'arribar. El sostre alt, ningú
no ha pensat a rebaixar-lo S'hi escola el fred
i no et deixa cap engruna d'escalfor. És allí
on les ombres es persegueixen sense atrapar-se.

I l'ordinador, l'únic que queda il·luminat,
les tecles amb què omplo la blanca pantalla.
No, no tinc els dits negres de tinta, ja no.
Als dits només queden les pulsacions, els cops
que repercuteixen en la buidor, un record
de carícies, de punts que arriben fins a un cos.
Els dits ja no s'embruten de tinta per escriure
un poema, sinó d'ombres. Les de la teva absència.

SOMBRAS

La luz en el escritorio es tenue. Tan sólo
proyecta sombras en los objetos apenas
vistos. Los diccionarios, joyeros empolvados
que esconden sentidos aún no descubiertos.
Los bolígrafos, que nunca acabarán
de escribir lo que les queda de vida,
en la tinta que se secará antes de que tengan
tiempo de formular un deseo en el papel.

Todo lo demás queda en penumbra, los sofás
que tal vez ya no recuerden el peso de los cuerpos.
El armario, privado de pensamientos, con maletas
vacías. Recuerdos de muchos viajes y de promesas
que todavía tienen que llegar. El techo alto, nadie
ha pensado a rebajarlo. Se escapa el frío
y no deja pasar ninguna migaja de calor. Es allí
donde las sombras se persiguen sin atraparse.

Y el ordenador, lo único que queda iluminado,
las teclas con las que lleno la blanca pantalla.
No, no tengo los dedos negros de tinta, ya no.
En los dedos tan sólo quedan las pulsaciones,
los golpes que repercuten en el vacío, un recuerdo
de caricias, de puntos que llegan hasta un cuerpo.
Los dedos ya no se ensucian de tinta para escribir
un poema, sino de sombras. Las de tu ausencia.

MOVIMENT

Ha plogut amb força tota la nit.
El soroll de les gotes en xocar
ha desvetllat els somnis que es perdien
en rierols d'una aigua massa neta.
Avall l'aigua i els somnis. Contrapunt
d'una existència que s'ha aturat
en un temps que l'acaba definint.
Com un metrònom en un moble antic.

Les hores que no marquen el compàs
se succeeixen, primer com germanes
de dol, i tot seguit com busques mortes.
S'alça el matí, ni un rastre de la pluja.
Els carrers secs, i el sol que resplendeix
quan el reflex atrapa el bronze ple
de verd dels sostres. Tan sols un insecte
pot adaptar-se a aquests canvis constants.

Així comença un altre dia, clar,
net, resplendent, fugaç com una estrella
que abans que puguis formular un desig
desapareix en la combustió.
Un sol instant, la curvatura ràpida
per endur-se els segons. La llum que tanca
un camí desaprès en la foscor.
La pluja, el sol n'esborren els senyals.

MOVIMIENTO

Ha llovido con fuerza toda la noche.
El ruido de las gotas al chocar
ha desvelado a los sueños que se perdían
en arroyos de un agua demasiado límpia.
Abajo el agua y los sueños. Contrapunto
de una existencia que se ha detenido
en un tiempo que lo termina definiendo.
Como un metrónomo en un mueble antiguo.

Las horas que no marcan el compás
se suceden, primero como hermanas de luto,
y después como manecillas muertas.
Se levanta la mañana, ni rastro de la lluvia.
Las calles secas, y el sol que resplandece
cuando el reflejo atrapa el bronce lleno
de verdín de los tejados. Tan sólo un insecto
puede adaptarse a estos cambios constantes.

Así empieza otro día, claro, limpio,
resplandeciente, fugaz como una estrella
que antes de que puedas formular un deseo
desaparece en la combustión.
Un solo instante, la curvatura rápida
para llevarse los segundos. La luz que cierra
un camino desaprendido en la oscuridad.
La lluvia, el sol borran los señales.
RECORD

El dia s'ha entristit, la pluja marca el compàs
de les línies negres com en un pentagrama.
Un pentagrama buit de notes, no hi ha blanques,
ni negres, corxeres, semicorxeres, fuses, semifuses,
bemolls que donin el sentiment trist que t'acompanya.

Només hi ha aquestes paraules en el dia, gris
com els coloms que ni s'acosten a la finestra.
No tenen restes de menjar enlloc, només aigua.
Les gotes que llisquen pel vidre. Creen
el nou llenguatge on és difícil trobar recer.

A tot dónes sentit. A tot. A les línies del pentagrama
del dia, enmig de raigs esporuguits. La il·luminació
fugaç. Un instant com una semicorxera perduda
en el vidre. Veus com baixen les gotes, lentes.
Lent és el record. El record de tu.
Esvanint-se.
Una semicorxera.


RECUERDO

El día se ha entristecido, la lluvia marca el compás
de las líneas negras como en un pentagrama.
Un pentagrama vacío de notas, no hay blancas,
ni negras, corcheas, semicorcheas, fusas, semifusas,
bemoles que den el sentimiento triste de la mañana.

Tan sólo hay estas palabras en el día, gris
como las palomas que ni se acercan a la ventana.
No tienen sobras de comida en ningún sitio, sólo agua.
Las gotas que resbalan por el vidrio. Crean
un nuevo lenguaje donde es difícil cobijarse.

A todo das sentido. A todo. A las líneas del pentagrama
del día, entre rayos amedrentados. La iluminación
fugaz. Un instante como una semicorchea perdida
en el vidrio. Ves cómo bajan las gotas, lentas.
Lento es el recuerdo. El recuerdo de ti.
Desvaneciéndose.
Una semicorchea.

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2 Comentarios

  1. Magnífico análisis, Xavier, creo que el mejor de tus argumentos es el (aparente) agotamiento o cansancio de las vías artísticas en occidente lo que hace que se escudriñen estas otras tradiciones de la periferia para oxigenar el mercado. Roberto Farona

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  2. Os voy leyendo.
    Enhorabuena por tan edificante labor.
    abrazos

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