José Antonio Fernández nace en 1963 en Terrassa (Barcelona). Su profesión siempre ha estado relacionada con el ferrocarril.
Con 24 años publica un pequeño poemario titulado “La profundidad del agua”, Ediciones Rondas, 1987. Así mismo, empezó a participar con poemas y lecturas en la “Festa de la Poesía” que organiza la “Comissió de Poetes Terrassencs”; publicaciones de poemas en extintas revistas de papel de la época: “Manxa” del Grupo Literario Guadiana, “Cuaderno literario Azor”, “Pliego de Murmurios”, Cuadernos de Poesía Nueva” de la Asociación Prometeo de Poesía y alguna intervención en el programa de radio “Breus” de RadioKanal Barcelona, donde se le han recitado algunos poemas.
Tras un largo paréntesis donde ha ido corrigiendo y reuniendo nuevos trabajos ha retomado la labor de sacar a la luz su obra publicando asiduamente en su blog: “Autorretrato en espejo convexo”: http://joseantoniofs.blogspot.com/
Recientemente ha publicado en las revistas literarias: “Fábula”, “Ágora”, “En sentido figurado”, “El laberinto de Ariadna”, “Almiar” (Margen Cero), “Palabras Diversas”, “La Fanzine”, entre otras.
Ganador de la XXV edición del “Premio Cálamo de Poesía Erótica” 2010, con el poemario “La eterna pubertad de Lino”.
2º Premio del “I Concurso Internacional de Poemas Yolanda Sáenz de Tejada” 2010.
Finalista del “I concurso de Microrrelatos Lorenzo Silva” 2010.
Participación en antologías de poesía y de microrrelatos.
En proceso de edición “La eterna pubertad de Lino” con la Editorial Cálamo/Gesto.
Tiene varios poemarios inéditos: “La tintura de los colores (31+13)”, “El silencio de la raíz”, “Espacios y Fronteras” e “Instantes (101)”; así como un trabajo de microrrelatos: “Fotogramas de un suicida”. Está ultimando otro trabajo de microrrelatos que se llamará: “El minuto para lelo”.
POÉTICA
Escribir siempre es un acto solitario, ya no digamos cuando nos atrevemos con la poesía que entonces es más bien un hecho de absoluto auto canibalismo. Con la edad, habitualmente se consigue ganar experiencia para que los efectos colaterales que conlleva la escritura sean los menos dañinos. Antes, se construía el poema a costa de mi propia savia pero finalmente he ido aprendiendo a beber del mismo poema por lo que el efecto final es nulo o al menos inapreciable. Sé también que el poeta y el poema han de tener autonomía propia, que lo único que les une es el tiempo en el que conviven juntos mientras ambos se retroalimentan y después lo mejor es decir, “si te he visto no me acuerdo” y que cada uno vaya por su propio camino. Sé que el poema no ha de versar sobre el poeta pues, al fin y al cabo, poco tiene que decir uno de sí mismo que tenga la importancia de un buen poema. Sé que el papel que le corresponde al poeta es el de hacer de actor para poder conseguir que el espectador se identifique con su obra y ría o se estremezca a su voluntad. En definitiva es hacer de mero manipulador intentando que el lector no descubra sus trucos, dejar cartas boca abajo y que la historia se la rellene cada uno.Lógicamente todos los que escriben poesía han tenido que leer antes infinidad de ella. Esa regla la cumplo pues mis estanterías están llenas de libros y revistas de poesía y siempre me decanto por la poesía actual, donde se trata de buscar hasta descubrir esa pepita de oro que resalta entre la arena.Mi única lectura de la que tengo constancia que me ha influido es la de René Char. La ventaja de leer a un poeta surrealista es que las posibles relecturas de su obra siempre son distintas unas de otras, pero siempre llego a la conclusión de estar leyéndome a mí mismo. A pesar del hermetismo de su poesía, sabe dejar palabras que el lector va recogiendo como un clavo ardiendo para evitar caer literalmente al vacío. “El poeta no retiene lo que descubre: una vez transcrito, lo pierde enseguida. En eso residen su novedad, su infinito y su peligro.”, dice el poeta. Como no puede ser de otra forma, suscribo la cita con el silencio que se merece.
UNA TARDE DE PICNIC
En el colchón de hojas, bajo el árbol,ella dispersa y evasiva,jugando con el lazo de sus trenzassabiendo que la piel de sus geranioses el néctar que evita los rodeosespera que su machoexpectante y guerrero con el últimobotón que se resiste en el ojallibere del encaje sus certezasimpregnando de olor a nube, a natay a talco fresco esas serpientesque como dedos temblorosos pidentener el privilegio de apartarla gasa que retienela lluvia primeriza, sabedoresde que está por venir, de frente,sin tiempo a refugiarse,el epicentro de la catarata.
JUEGO EN LA SOLEDAD DE UNA ALMOHADA
El chico adolescente,con mano torpee inexperta mirada juguetonadescubre el nervio que le tensala comisura de la parte baja,donde el botón sujeta sus cosquillas.
La edad de su impaciente voz,el pelo primerizoy el acné de su piel begonia,hacen que busque el roce,que se refriegueen cualquier parte oscura de una esquina,hasta gastar el pantalónarañando el bolsillo desde dentroy el chico, hervido,aprovechando el hueco que conocemete un dedo, apartando las canicas,y luego el otroque le pellizca un vello que molestay decide ponerle fina la presión del torniquete.
Ya perdido en un sueño que le nublabusca directamente, sin reparos,llevar el ritmo necesariopara aplacar la llaga de sus ingles.El falo descorchado de su cestaestalla entero entre sus manos.
Ese chico aún no sabe que ese juego,hoy estrenado,lo sacará de su cajita muchas noches.De “La eterna pubertad de Lino” En proceso de edición con Cálamo/Gesto
PAISAJES
He vivido en el filo de las cosas.Donde la espera sólo es síntomade una necesidad imperdonable.Allí la hamaca se adormece quietaesperando una brisa con caloro el aliento perdido sin un dueño.
Siempre encendía un fuego en un pedruscopara dar llama y luza unos paisajes sin cortinas.Acumulaba bienes en la entradade una cueva pintada al carboncillo.Allí, entre sombras y cartones,quedaban esparcidas las pestañaspor un líquido suelo sin riachuelos,al raso, sin abrigo; y a la vistalos anillos de algunos troncos viejos.Allí, palpando siempre,las manos fueron recogiendo muestras,palabras, primerizos prólogoscon un sonido tartamudo.
Allí, sin velas, con la indecisióndel vértigo, se dibujó el comienzode una afónica nota superpuesta,una firma sin dueño, un garabatoen una esquina, con la mano tonta,vocales en un verbo mal cosido,al fin y al cabo, notas musicalesque agrandan la rendija de la cuevasin ventanas, sin puertas y con hebrasque tejen el dibujo de un pestillo.
Vuelto el sol, queda ropa en el poema.
SUEÑOS
Apaciguar el sueñosobrellevado en la deriva.Descansar en el brazo que me acogeen la rutina de su compostura.Apartar esa arruga que me aprietael lado inédito del lóbulo.Borrar alguna páginadonde quedó escondida la apariencia,y redactar algún recuerdo nuevoen papel fino de calcar,aunque, eso sí, olvidarmede los lápices masticadosy esas gomas que sólo quitan,que disimulan, que se olvidande adecentar el hueco que dejó la traza.Saborear el color de la acuarelasin olvidar el dorso, a manos llenas,si eso es posible,y hacer, después, burbujas llamativas,aunque no antes de la hora de la siesta.Mirar esas burbujas, cómose quedan en vestigio, en evidencia.Dejar que hibernen las libélulas,ya saldrán, ya,en el espacio cóncavo del nudo.Buscar siempre la parte blandadel interior de un verbo desgastado.Notar el vértigode la curva que aloja un precipicioy que se expanda el cosquilleo.Hacer humo del último cigarro,consumida la furia de la piedra.
Con su peso, se cierre el párpado.De “Instantes y fronteras” Inédito
23
Siempre quiseacariciar la piel a la palabra,pero una vez probado el tactosé que no encontraré ningunaque no termine en un vulgar gerundio.
De tanto hablar con las mariposasdestilo purpurina por los dedos.De “La tintura de los colores (31+13)” Inédito
VI
Todas las llamas devoran hombres. Y todos los hombres tienen las vísceras asustadizas.
Todos los dioses tienen los pies descalzos, planos, como una dimensión. Solamentecuando son preguntados se les descubre el cuerpo de virus, mientras, su trono se afianza de dádivas y de hiedras.
Amor de ardientes pupilas, esconde tu crin asequible. Este viento que sopla trae polvo y cartílagos.
Nunca esperéis nada de un bebedor de vino. Tienen un aliento que cautiva yla destreza del envolvimiento.
No esperéis nada de un libro sin autor conocido. Lo más que sería es literatura.
Y esos que prometen, sin cuerpo, ni firma, ni contrato, esos invisibles de precaria existencia que dicen palabras en boca de otros, esos que se acomodan en cualquier fluido, tienen elementos volubles y cautivadores que, como el humo, se adaptan a cualquier botella.
No esperéis nada del que os prohíbe. Seguro que una manzana nunca os desmerece pues, al fin y al cabo, tiene la corteza más asequible.
No esperéis tampoco caminos barridos de tierra y polvo, pues su luz sería cegadora. Espacio candente que os desdibuja, vuestras sombras, allí, serían puntiagudas.
¡Amor de árbol caído!, no sucumbas. Tu huella sigue despierta bajo el olivar y el viento trae mensajes profanos que te interfieren.
¡Ay, amor inverosímil!, deja correr tus quietas aguas. Verás como tus prisas se despiden, como tus fuentes te saludan.
Verás cómo nace un potro en la propia estrechez de un alambre.De “El silencio de la raíz” Inédito
I
Los somormujos lanzan su ancla; el aguaresbalada las grietas las acantaquitando años a la piedra y deformando su irregular cara,transformando memorias ya olvidadas en el tiempoy descubriendo aún más la raízempotrada en la costumbre de una semilla.
Lanza su ancla el nenúfar,impasible ante la vitalidad de la corriente.Por su quilla pasan restos de naufragios,botellas lanzadas en la desesperación del oleaje,mensajes incompletos en la transparencia de medusa,una camisa de Morago entre traviesas de ferrocarrilcomo recurso fenecido de algún aventurero.
Todos buscan la ola, la isla.Desde la costa, multitudes observancómo el atrevido se va perdiendo por la línea del horizonte,despojándose de las vituallasque flotan un momento ante él,cómo su piel se escama como costras de cocodrilo,cómo su voz emerge desde allí ya convertida en géiser.
Lanza un hombre su anclacon la arrogancia de haber encontrado un banco de pecesy no poder digerir el secreto.Desde lo altodel puente a la profundidad del agua,dibujando piruetas de un maniquí de trapo,ante la desesperaciónde una acostumbrada riada de gentes impasibles.De “La profundidad del agua” Ediciones Rondas
MICRORRELATOS
RULETA RUSA
Cuando le faltaba un pétalo por arrancar, paró y sonrió.Supo, aliviado, que el amor le daba otra oportunidad a la vida.
TEORÍA DE LA RELATIVIDAD
Dicen que antes de morir pasa la vida de uno delante de los ojos. Diez segundos suelen ser suficientes y no hay derecho de réplica.De “Fotogramas de un suicida” Inédito
SIGNIFICADOS
Entender la locura es tarea ardua.No es suficiente con estar en una camilla hablando, o en un sillón escuchando.Se ha de tener en cuenta que esas posiciones son altamente intercambiables.
SALVACIÓN
Un loco oye lo que no se dice, ve lo que no está, piensa lo que no debe, habla cuando no toca.
Visto así, quedan pocas posibilidades.De “El minuto para lelo” Inédito
3 Comentarios
Saludo a este magnífico poeta, desconocido hasta ahora para mí, y que procuraré seguir en adelante.
ResponderEliminarUn abrazo.
!!!! Hay mucho para analizar y desmenuzar, pero estoy muy pero muy contenta de leer a José Antonio! Orgullosa de ser su amiga. Saludos desde Argentina!
ResponderEliminarSí, Sí, un poeta que merece ser más conocido y reconocido.
ResponderEliminarSaludos con mis mejores deseos!