Adrienne Rich y 20 con 20, dos libros, un lector; por Beatriz Pérez Sánchez.


Beatriz Pérez Sánchez (Barcelona, 1974) Licenciada en Pedagogía y Diplomada en Educación Social por la Universidad de Barcelona. Formada en técnicas de expresión y movimiento, compagina su labor profesional como co-fundadora de una entidad de Servicios Sociales en la que investiga la mejora de la salud mental en relación al cuerpo, el arte, la palabra y el movimiento. Ha sido miembro del grupo poético Laie de Barcelona. Ha publicado un poemario De perfiles, vértices, planetas, cuerpos, árboles y escenarios y Numb, la espera sostenida (2016). Colaboradora  de las revistas Poesía Digital, La Nausea2000 y RES. En 2009 su poemario De perfiles, vértices, planetas, cuerpos, árboles y escenarios fue  finalista del Premio de Poesía Concursalia “Luis Cernuda” de Barcelona. Crea y participa en muestras y festivales con artistas y bailarines  diversos explorando las relaciones entre la palabra, la improvisación y el movimiento.


'A thinking woman sleeps with monsters'



Adrienne Rich.
Poemas (1963-2000).
Prólogo, traducción y notas de María Soledad Sánchez Gómez
Editorial Renacimiento. Edición bilingüe.



'A thinking woman sleeps with monsters' me comentó en castellano Marisol Sánchez cuando intercambiamos unas impresiones sobre poesía. Poemas (1963-2000) es la antología de la poeta norteamericana Adrienne Rich (Baltimore, 1929-Santa Cruz, 2012) cuya selección y traducción estuvo a cargo de esta doctora en Filología Inglesa.
En el prólogo Marisol Sánchez explica la trayectoria de Adrienne Rich, escritora que pudo compatibilizar sus facetas de madre, lesbiana, activista y poeta. Hace años, en un ensayo publicado en PoesiíaDigital titulado Sylvia Plath o el peso de la biografía, yo misma defendía la dificultad de conciliar con éxito placentero y, como mujer, varios roles a la vez.
A medida que avanzas por el poemario de Rich vas conociendo la dureza de la vida mediante su universo simbólico. Es una poeta que transmite vitalidad y fuerza con una lucidez e ironía implacables. Y, en poesía, lograr esa combinación es delicado.
"Estás hinchada por la muerte como un cadáver que surge del mar...".
Pero, además, Adrienne Rich puede hablar de la crudeza de su realidad mientras te envuelve en colores y sensaciones:
"Principio del día. Gris el aire. Grises los tablones de la casa, el banco, rojos los dilatados pétalos del tiesto... y enorme la lágrima que diluye el ojo, la lágrima que despeja la mirada".
Tarea ardua, como señalaba anteriormente, poder escribir trasladando aire fresco a la vez que calidez en la crítica. Unir extremos opuestos es algo complejo, pero Adrienne Rich lo consigue. Observas a lo largo de sus versos la voluntad de querer cambiar tanto lo interno como lo externo. De su mano conoces también la historia de las mujeres en relación a los hombres y las mujeres, el activismo, la vida en la gran ciudad y la política en Estados Unidos.
"Imagina una ciudad donde nada se perdona tus actos se te adhieren como una cicatriz..."
Especial mención merece la traducción que ha realizado Marisol Sánchez Gómez. Ha captado los matices excelentemente. Vuelvo a hacer referencia al verso con el que empecé este comentario. Considero que es importante porque la traducción podría haber arruinado el poema. Y ello es muy doloroso en poesía. 


'A thinking woman sleeps with monsters.
The break that grips her, she becomes...'
"Una mujer que piensa duerme con monstruos.
Se convierte en el pico que la agarra..."
Ojos, monstruos, mujer, animales, ciudades... Contexto, sensibilidad y cambio son constantes en la poesía de Adrienne Rich. Una antología muy trabajada y que denota una selección cuidada con severo cariño y responsabilidad por parte de la conductora de este proyecto.



María Soledad Sánchez Gómez es doctora en Filología Inglesa con una tesis sobre Adrienne Rich, catedrática de Enseñanza Secundaria y profesora de la UPM. Es miembro del Instituto de Investigaciones Feministas de la UCM. Ha publicado Box8: contra el silencio, obstinadamente, 2014, obra que recoge su pensamiento crítico sobre literatura, política y pensamiento.


“La belleza de los lugares indeseables”. 20 con 20. Diálogo con poetas españolas actuales, por Beatriz Pérez Sánchez.

20 CON 20. DIÁLOGO CON POETAS ESPAÑOLAS ACTUALES
Editorial: Huerga & Fierro
Año: junio, 2016
Editoras: Rosa García Rayego y Marisol Sánchez Gómez




 
A los espacios indeseables nos lleva Eva Gallud con sus versos, una de las poetas incluida en esta antología. Esos sitios que hemos ocupado las mujeres históricamente y que, en palabras de una de las editoras, Marisol Sánchez, igual dicho discurso suena a exagerado. Pero, también citando a Sánchez en Box8: contra el silencio, obstinadamente, debemos ser conscientes de que para cualquier mujer, sea cual sea su contexto, cualquier privilegio es siempre relativo. Para mí 20 con 20. Diálogo con poetas españolas actuales parte de esa mirada, la del lugar que ocupan las mujeres en el mundo, otorgándoles tres posibilidades: las de hablar sobre el hecho de escribir, exponer su obra y materializar lo anterior en forma de libro conjunto. 

Por lo tanto, nos encontramos ante una antología que subraya y realza la importancia de la palabra como motor de cambio mediante la construcción de cultura y red social entre mujeres. En definitiva, y  ante todo, existe un deseo de seguir dando luz y proyección  a las palabras de las mujeres para desmarcarlas de esos espacios indeseables.
Son veinte poetas las que nos aportan una muestra de su universo simbólico. Antes de leer sus poemas puedes conocer sus ideas sobre el hecho de escribir, como lo iniciaron, qué representa para ellas, qué estilo de vida siguen y qué miedos como escritoras comparten. Ana Patricia Moya empieza su relato desnudándose sobre su supervivencia gracias a la poesía. Isabel García Mellado es entrañable con su pudor acerca de que la nombren poeta. Vanesa Pérez Sauquillo cuando está en proceso de creación se autodenomina vertical recordándome inmensamente a Sylvia Plath. Mercedes Escolano expone como el paisaje marino le sirve para explicar la tensión entre erotismo y muerte. Y así, hasta llegar a veinte singularidades.


Publicar poesía no deja de ser un hecho valiente. La poesía está rodeada de tópicos sobre la sensibilidad y la salud mental de aquellos que nos aventuramos en su escritura. Y es, además, uno de los actos más complejos en cuanto a la decisión de compartir, aunque no lo parezca. Otorgando tus versos, otorgas de alguna manera tu intimidad, un lugar que, como mujeres, representa exponer en público un cuerpo a cuerpo sobre tus ideas y sentimientos.
Dejo una pequeña muestra de algunos versos de estas veinte valientes, entrelazados, que conforman este tejido tan rico y tan necesario de palabras de mujer. 


Soy el naturalista de labios pintados, el cobarde que solo recoge lo que ya está muerto y a veces sólo se queda con las cabezas (Eva Gallud) No sobreactúes, a mí también me expulsaron del paraíso antes de tiempo y sin notificación previa. ¿A quién no? (Miriam Reyes) Los hombres malos sudan, como los lobos y los perros, y no lo hacen por la lengua, sino por la sed (Tulia Guisado) Mi madre utilizaba la bicicleta como vehículo para trasladar miles de peces muertos que luego vendía tras kilómetros y kilómetros de carretera y bosque y tierra y zapatos rotos. (Ana Vega) Creo que mi cabello no se volverá tan blanco como el de las viejas, que se mantendrá- por un motivo de justicia o por un milagro de la genética (Isabel Fresco) En algunas calles-igual a una piel extendida y abierta- se puede sentir el olor del silencio (Virginia Cantó) Pero aquí sigo, mientras tú resides en un planeta diferente. Y me siento culpable: culpable por vivir y ver de nuevo toda la hermosura de la Tierra (María Luisa Mora) Ahora corre, corre… que el cuerpo sea velocidad y aliento (Graciela Vaquero) Yo sólo soy fragmentos, piezas sueltas de mí (Aurora Luque) ya sólo calma la calma que sigue al incendio donde arden la mediocridad los mediocres y sus miedos (Isabel Bono) Están allí y aquí y nadie le importa la soledad de las mandíbulas (Guadalupe Grande) Piedra fría, rincón silencioso junto al regazo de los muertos (Ana Merino) Me hubiera gustado amarte. Te lo juro. Sólo que muchas veces la voluntad no basta (Raquel Lanseros) Visto así, el desgarro mudo e irreparable del dolor puede muy bien confundirse con las líneas que cortan el papel dejándolos ilesos. (Sandra Santana) No comprendo el poema (Martha Asunción Alonso) A veces, las mujeres que admiro lloran. (Laura Casielles)

 

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