Radiografía de la conspiranoia VI: Modelo heliocéntrico y esfericidad de la Tierra, por Cesc Fortuny i Fabré

Si bien la idea de conspiranoia no es ajena a la sociedad ni a la cultura popular, es curioso como un sinfín de ideas pasan por verdades para una mayoría de personas, aunque esto no necesariamente se produce con las mismas ideas para las mismas personas, es decir que lo que es percibido como conspiranoia para unos, no lo es para otros.
 
 
 


Modelo heliocéntrico y esfericidad de la Tierra por Cesc Fortuny i Fabré

El heliocentrismo es un modelo astronómico según el cual la Tierra y los planetas se mueven alrededor del Sol. Históricamente, el heliocentrismo se oponía al geocentrismo, que colocaba en el centro a la Tierra. La idea de que la Tierra gira alrededor del Sol fue propuesta desde el siglo III a. C. por Aristarco de Samos.

Durante el Renacimiento, en el siglo XVI, el matemático y astrónomo Nicolás Copérnico, presentó un modelo matemático predictivo de un sistema heliocéntrico con la publicación en 1543 del libro De Revolutionibus Orbium Coelestium. Esto significó el inicio de la revolución copernicana. Las órbitas elípticas fueron incluidas a este modelo por Johannes Kepler en el siglo XV. Su trabajo se apoyó en observaciones hechas con un telescopio que fueron presentadas por Galileo Galilei.

Posteriormente se aceptó que el Sol no se encuentra en el centro del universo; en la década de 1920, Edwin Hubble demostró que formaba parte de un complejo aún mucho mayor: la Vía Láctea, y que esta era tan solo una entre miles de millones de galaxias más.

El modelo heliocéntrico es considerado una de las teorías más importantes en la historia de la ciencia.

Antes de la revolución científica, antes de Galileo Galilei, antes de Cristobal Colón, Aristóteles ya sabía que la tierra no es plana. No tuvimos que esperar a Cristobal Colón para saber que la Tierra no es plana, era un hecho conocido en el siglo IV antes de Cristo, hace más de 2300 años.
La discusión sobre la Tierra plana se producía ya entre los presocráticos en los siglos VI o VII antes deCristo. Se hace mención sobre la esfericidad de la Tierra en textos sobre la medicina hipocrática. Platón menciona en el Fedón, 400 años antes de Cristo, que si viéramos la Tierra desde arriba, la veríamos como una pelota.

Aristóteles en su obra De Caelo, plantea varios argumentos para demostrar que la Tierra es esférica.

Toda porción de la Tierra tiende hacia su centro, de modo que se forma una esfera por el efecto de esas porciones compactadas.

«Es necesario que la Tierra tenga forma esférica. Cada una de las partes posee un peso dirigido hacia el centro [...] Así pues es evidente que al desplazarse las partículas por todos lados por igual desde los extremos hacia un único centro, la masa resultante será similar por todas partes [...] el extremo distará necesáriamente lo mismo del centro por doquier. Ahora bien: esta figura, es una figura esférica.» (Aristóteles, De Caelo 297a8-25)



Aristóteles pensó que la esfericidad de la Tierra se puede descubrir según aquello que se percibe sensorialmente, y planteó dos argumentos:

El primer argumento basado en la observación, se fundamenta en los eclipses y las fases de la Luna.
Estos eclipses se forman por la interposición de la Tierra entre el Sol y la Luna, y basta observarlos para comprobar que la sombra de la Tierra sobre la Luna es redonda.
Este fenómeno solo se explica si la Tierra es esférica, si fuese un disco plano, la sombra solo sería redonda cuando el Sol estuviera debajo, tomando como referencia a la Tierra.



En cualquier otro momento sería alargada.

“Si no fuera de la forma dicha, los eclipses de Luna no presentarían semejantes secciones. En efecto, durante las fases mensuales, la Luna adopta realmente todas las formas sectoriales (es decir, a adoptando la forma de un sector rectilíneo, biconvexo y cóncavo) mientras que con ocasión de los eclipses, tiene siempre como delimitación una línea convexa, por consiguiente dado que se eclipsa por interpolación de la Tierra, será el perfil de la Tierrra al ser esférica, la causa de esta figura” (Aristóteles DE CAELO 297b23-30)

El segundo argumento se fija en que según sea la posición del observador en el mundo, el firmamento se percibe de forma distinta. Si la Tierra fuera plana, deberían verse las mismas estrellas, sin embargo conforme el observador se desplaza hacia el sur, las estrellas suben su posición en el horizonte, fenómeno que solo se explica si nos desplazamos sobre una Tierra esférica. Es decir, si mi horizonte cuando nos desplazamos hacia el sur, se encuentra formando un ángulo con mi horizonte cuando nos desplazamos más al norte.

“Realizando un ligero desplazamiento hacia el mediodía o hacia la Osa, surge ante nuestra vista un círculo de horizonte distinto, de modo que las estrellas situadas sobre nuestra cabeza cambian considerablemente, y hacia la Osa, y hacia el mediodía, no aparecen las mismas cuando uno se desplaza. Por consiguiente, es por todo ello evidente que la tierra es esférica.” (Aristóteles DE CAELO 297b30-298d8)



Hace más de dos mil años Aristóteles demostró que la Tierra es esférica y Eratóstenes midió su circunferencia. Eratóstenes estableció ; que la dirección del Sol del mediodía difería del cenit en un ángulo que era de 1/50 del círculo, o sea 7.2 grados y de esto evaluó que la circunferencia de la Tierra era de 250.000 estadios. En el segundo viaje de Colón, pudo observar el eclipse lunar del 14 al 15 de septiembre de 1494 y, comparando sus horas del comienzo y fin con las registradas en Cádiz y San Vicente en Portugal, volvió a dar testimonio de la esfericidad de la Tierra. El campo de gravedad, de un cuerpo con masa, va en todas direcciones, por lo tanto tiene una forma esférica. Esto, hace que todo lo que esté sobre el cuerpo sea atraído hacia el centro del mismo. Durante la primera parte de la Edad Media, prácticamente todos los estudiosos sostenían el punto de vista de que la Tierra es esférica, como expresaron los antiguos griegos. Para el siglo XIV, la creencia de que la Tierra fuera plana era prácticamente inexistente entre los hombres educados.)



(Continuará...)

Imágenes extraídas de https://www.pexels.com y de https://www.who.int



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Cesc Fortuny i Fabré:

https://radiografiadelaconspiranoia.blogspot.com
 

Me nacieron en Barcelona, mientras Morrison enviudaba a Pamela. Aprendí a domesticar armónicas y a exhibirlas en circos de pulgas, donde grandes hierofantes me mostraron el camino que lleva al gran agujero. Con oficio, albañiles de la palabra me han enseñado a alicatar mi casa. Me gusta surfear en olas de ruido, me gusta olfatear libros como el perro enganchado a la entrepierna, y en ocasiones, soy funambulísta de seis cuerdas. De muy joven me interesó el mundo audiovisual como herramienta para romper el discurso y el leguaje estructurado.

Mi formación académica es formalmente técnica y tecnológica. Técnico especialista en máquinas eléctricas, y también en instalaciones y líneas eléctricas. Técnico de mantenimiento de hardware, técnico Superior en Administración de Sistemas Informáticos en Red, postgrado en adminstración de redes Linux/Unix.

Fundador del colectivo de música experimental Artillería Pesada. Coorganizador del “Festival Tremó” en Monistrol de Montserrat. Redactor y codirector de la revista cultural La Nausea. Fui miembro de colectivo artístico Grup Tremó. He participado en certámenes y festivales de música y arte experimental. He estado y estoy vinculado a varias bandas musicales. He publicado dos poemarios y estoy presente en diversas antologías. Interesado en esoterismo y religiones comparadas, de cuyo estudio se alimenta mi trabajo artístico.
Escribo poesía y narrativa tanto en catalán como en castellano, así como ensayos en diversos medios en la red, publicando tambien diferentes trabajos musicales a través de net labels y sellos independientes.
Acompaño a diversos poetas en recitales, presentaciones y performances con mis trabajos de música experimental.

Residencias artísticas: 

• “Un bonic jardí per a destroçar”. Experimentación sonora para el proyecto Zé Pekeño. Centre d’art conemporani Konvent de Cal Rosal, (Berga, Colònia Rosal, Junio 2015).

• “El luto de los colores”. Proyecto pictórico-poético integrado por Jaume Vendrell, Cesc Fortuny i Fabré y Marian Raméntol. Acrílico sobre lienzo sin bastidor de 2 x 2 m. Centre d’art conemporani Konvent de Cal Rosal, (Berga, Colònia Rosal, Septiembre 2011).


• “Metáfora, en busca del lenguaje único”. Proyecto conjunto con Marian Raméntol en el que se experimenta con imagen, sonido y palabra en perpétua mutación. Centre d’art conemporani Konvent de Cal Rosal, ( Berga, Colònia Rosal, Agosto 2011).

 


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