Montale, la poesía, Italia y la entrada en el siglo XX, por Beatriz Pérez Sanchez

Beatriz Pérez Sánchez nace en Barcelona en 1974. Es Licenciada en Pedagogía y Diplomada en Educación Social por la Universidad de Barcelona. Combina su labor profesional en Servicios Sociales con la formación personal en diversos ámbitos artísticos como la técnica en danza contemporánea, las artes escénicas, la poesía, etc. Fue finalista del Premio de Poesía Concursalia “Luis Cernuda” de Barcelona 2009. Desde octubre de 2007 tiene una sección en la Revista digital La Náusea con ensayos sobre “Sylvia Plath”, “Movimiento, cuerpo y creación” o su propia obra poética. Fue miembro del grupo poético Laie de marzo de 2007 a septiembre de 2008, con publicaciones en la Revista interna del grupo. Ha participado en las muestras escénicas y de movimiento “Muerte” “Sueños” y “16 horas felices” organizadas por la Asociación Bipol· art de Barcelona desde 2007.


Introducción

Con Eugenio Montale hemos querido dar un paso adelante en cuanto a las presentaciones de poetas. Nos hemos atrevido a ponerle voz bilingüe y música. Se grabó en Monistrol de Montserrat durante el mes de mayo como un ensayo de algo que puede llegar mucho más lejos. Texto-voz- música-idiomas… ¿Nos atreveremos con imágenes?

Traducción: Carlos Vitale
Grabación y composición sonora: Cesc Fortuny
Voz en italiano: Marian Raméntol
Voz en castellano y composición del texto: Beatriz Pérez



AUDIO:





Montale, la poesía, Italia y la entrada en el siglo XX

La poesía italiana entra en el siglo XX, unida a la poesía europea, marcada por el Simbolismo, el Crepuscularismo y el Futurismo. Los poetas italianos tienen una inquietud en la ruptura radical en la estructura de los textos pasando por una expresión íntima del yo. Nacen poetas en contraposición a los autores y pensamientos próximos a D’Annunzio, que eran posturas anteriores eclécticas y convertidas al nacionalismo, fascismo, colonialismo y esteticismo. La melancolía, la ironía o el escepticismo de la poesía de la época representan un cambio de actitud con el objetivo de mostrar hombres mediocres contrapuestos a los “superhombres” D’annunzio.

A Montale se le clasificó dentro del hermetismo. Sin embargo, Montale estaba en desacuerdo con las clasificaciones de sus poemas dentro del “hermetismo”, “la poesía pura” o “poesía metafísica”. El poeta prefería pensar que la poesía moderna hallaba en sí misma su materia y era un medio de conocimiento y no de representación.

Montale, como Saba, Ungaretti o Quasimodo son poetas de nombres y no de escuelas. Sus obras tienen importancia por ellos mismos, por su personalidad y no por la vinculación a los poetas de su época o a una escuela concreta. Algunos críticos literarios señalan a Montale como uno de los mayores exponentes de la crisis y decadencia de la cultura europea.


Montale: su historia dentro de la historia

Eugenio Montale nació en Génova en 1896 y murió en Milán en 1981. Realizó estudios de canto que interrumpió y más tarde sirvió como oficial de infantería en la I Guerra Mundial. En 1928 conoce a Drusilla Tanzi, la Mosca de sus poemas, con quien entabla una relación profunda y duradera. Cuando decidió dedicarse a la poesía tenía un amplio conocimiento no tan sólo de literatura, sino también de música y pintura. En 1939 su postura antifascista le costó la suspensión, por parte del gobierno, como director del Gabinete Vieusseux, una de las bibliotecas y archivos más interesantes de la época. En 1945 hospeda en su casa a Umberto Saba y a Carlo Levi, y a otros antifascistas obligados a vivir en la clandestinidad.
Por lo que respecta al reconocimiento social, obtuvo el Premio Feltrinelli, el título de Doctor Honoris Causa por las Universidades de Milán, Roma, Cambridge y Basilea, el título de Senador vitalicio en 1966. La Academia Sueca le otorgó el Premio Nobel de Literatura 1975.
¿Qué se puede añadir sobre este Premio?
Como señala Emilio Arnao “El rasgo más sutil de su poesía es el ocaso.”, frase muy próxima a tratar a Montale en el cénit de los representantes de la decadencia cultural de la época. Vuelve a explicar Arnao que “Esta vez, el premio reservado para los grandes escritores “integrados” dentro del orden establecido recae en un inconforme del bloque de occidente. Pero, es que, el Premio Nobel tiene una interpretación burguesa de “recuperación objetiva” del sistema, que es como explica Jean Paul Sartre: “algo así como un pasaporte al Olimpo, y por lo tanto, una manera de institucionalizar y alienar”.

Montale y los silencios que siempre dicen

“Yo no voy en busca de la poesía, espero que me visite” – Eugenio Montale

Montale publicó las siguientes obras: Ossi di sepia (1925), Le Occasioni (1939), La Bufera i altro (1956), Satura (1971), Diario del ’71 y del ’72 (1973) y Quaderno di quattro anni (1977). Entre sus cinco libros existía una distancia de trece o catorce años. Es decir, espacios de tiempo prolongados de silencio.

Montale partía de la espera y de la necesidad. A partir de su tercer libro, el poeta sabe que su “fisonomía” poética está cumplida. Ossi di seppia, Le occasioni y La bufera e altro conforma un solo universo poético, que nacen de la intuición poética donde la palabra lucha por obtener la distancia y separarse del mundo. Se trata de hablar del vacío existencial, del pesimismo contextualizado en la desolada naturaleza. El mismo poeta explica en una entrevista sobre su libro Ossi di sepia como obedecía a una necesidad musical de adherir la palabra, ya que sentía que vivía bajo una campana de cristal a la vez que vecino a algo esencial. Montale habla de un velo sutil, un hilo que separaba de la cuestión definitiva. Se contrapone a la expresión absoluta, que tacha de engaño del mundo como representación.

Aunque Montale es tachado de poeta pesimista, su mensaje final es de intentar acercar a quién lee sus poesías a sus paisajes desolados y sus emociones desérticas, una melancolía repleta de belleza insólita y a la vez próxima, mediante palabras como “el viento lentamente nace y muere” o “el ruido de las tejas destruidas por la tormenta en el aire dilatado que no se agrieta…”.

¿Qué ocurrió con la lengua?

Elena Tardonato señala la importancia de la lengua en la obra de Montale. La transformación de Italia por circunstancias bélicas, por sucesión de cambios económicos, políticos y sociales, modificó su lengua. Tardonato marca que “La obra de Montale se convierte en querella porque conlleva la aceptación forzada, obligada de una lengua que siente extraña, congelada por el uso, por el consumismo, fabricada por los centros de trabajo, por la publicidad. Italia unificada por el consumismo, habla una lengua bárbara, traducible, esa lengua que denunciara Pier Paolo Pasolini en Empirismo Herético. Adopta Italia según el poeta friulano, tres lenguas: la del pueblo, la literaria y la koiné de la reciente burguesía.”


Finalmente, destacar algunas de sus influencias literarias como Emily Dickinson, Ezra Pound, John Steinbeck y William Shakespeare. Tradujo a autores como Miguel de Cervantes, Christopher Marlowe, Herman Melville, Mark Twain y William Faulkner. También resaltar su trabajo como crítico musical y de escritores como E. Pound, W. H. Auden o E. Dickinson. Podría decirse que sus silencios poéticos eran de esa naturaleza, ya que en contraposición encontramos a un Montale repleto de reflexión sobre su propia obra, traducciones, críticas y ambición por el conocimiento artístico en forma amplia.


Bagni di Lucca

Fra il tonfo dei marroni
e il gemito del torrente
che uniscono i loro suoni
èsita il cuore.

Precoce inverno che borea
abbrividisce.
M’affaccio
sul ciglio che scioglie l’albore
del giorno nel ghiaccio.

Marmi, rameggi-
e ad uno scrollo giù
foglie e èlice, a freccia,
nel fossato.

Passa l’ultima greggia nella nebbia
del suo fiato.


Baños de Lucca

Entre el tumbo de las castañas
y el gemido del torrente
que unen sus sonidos
titubea el corazón.

Precoz invierno que el bóreas
estremece. Me asomo
al margen que diluye el alba
del día en la helada.

Mármoles, ramajes –
y ante una sacudida caen
hojas como hélices, como flechas,
en el foso.

Pasa el último rebaño en la niebla
de su aliento.

De Le occasioni
Traducción de Carlos Vitale



Nel parco

Nell’ ombra della magnolia
che sempre più si restringe,
a un soffio di cerbottana
la freccia mi sfiora e si perde.

Pareva una foglia caduta
del pioppo che a un colpo di vento
si stinge – e fors’ era una mano
scorrente da lungi tra il verde.

Un riso che nom m’appartiene
trapassa da donde canute
fino al mio petto, lo scuote
un trillo che punge le vene,

e rido con te sulla ruota
deforme dell’ ombra, mi allungo
disfatto di me sulle ossute
radici che sporgono e pungo

con fili di paglia il tuo viso…
De La Bufera e altro

En el parque

Bajo la sombra de la magnolia
que va desvaneciéndose,
una brisa que apenas se siente
me roza como la punta de una flecha, perdiéndose.

Como una hoja que cae
del chopo y que el viento
muda su color – como la caricia de una mano
deslizándose más allá de ese verdor.

Una risa misteriosa
atraviesa desde las viejas ramas
hasta mi pecho, lo estremece
con un trino que hace arder mi sangre,

y río contigo bajo la rueda
desfigurada de la sombra, me entrego
hasta fundirme con las huesudas
raíces que se alzan y hiero
con hilos de paja tu rostro…

Altro effeto di luna

La trama del carrubo che si profila
nuda contro l’azzurro sonnolento,
il suono delle voci, la trafila
delle dita d’argento sulle soglie,

la piuma che s’invischia, un trespestìo
sul molo che si scioglie
e la feluca già ripiega il volo
con le vele dimesse come spoglie.


De Le occasioni
Traducción de Carlos Vitale


Otro efecto de luna

La trama del algarrobo que se perfila
desnuda contra el azul somnoliento,
el sonido de las voces, la hilera
de los dedos de plata en los umbrales,

la pluma que se envisca, un alboroto
en el muelle que se disuelve
y la falúa ya amaina el vuelo
con las velas colgando como despojos.




Forse un mattino andando in un’ aria di vetro…

Forse un mattino andando in un’ aria di vetro,
arida, rivolgendomi, vedrò compirsi il miracolo:
il nulla alle mies palle, il vuoto dietro
di me, con un terrore di ubriaco.

Poi come s’uno schermo, s’accamperanno di gitto
aberi case colli per l’inganno consueto.
Ma sarà troppo tardi; ed io me n’andrò zitto
tra gli uomini che non si voltano, col mio segreto.

De Ossi di seppia


Tal vez una mañana caminando por un aire de vidrio…

Tal vez una mañana caminando por un aire de vidrio,
árido, al darme vuelta, contemplaré el milagro:
la nada a mis espaldas, el vacío detrás
de mí, con terror de borracho.

Luego, como una pantalla, acamparán de golpe
árboles casas lomas en su habitual engaño.
Pero será ya demasiado tarde, y yo me iré en silencio
con los hombres que no miran atrás, con mi secreto.



Ti libero la fronte dai ghiaccioli

Ti libero la fronte dai ghiaccioli
che raccogliesti travesando l’alte
nebulose; hai le penne lacerate
dai ciclón, ti desti a soprassalti.

Mezzodì: allunga nel riquadro il nespolo
l’ombra nera, s’ostina in cielo un sole
freddoloso; e l’altre ombre che scantomano
nel vicolo non sanno che sei qui.


Te libero la frente de los carámbanos

Te libero la frente de los carámbanos
que recogiste al atravesar las altas
nebulosas; tienes las plumas laceradas
por los ciclones, te despiertas sobresaltada.

Mediodía: alarga en el recuadro el níspero
su sombra negra, se obstina en el cielo un sol
friolero; y las otras sombras que se escabullen
por la calleja no saben que estás aquí.


De Le occasioni
Traducción de Carlos Vitale


Bibliografía utilizada

Colinas, A. Antología esencial de la poesía italiana. Austral. Madrid, 1999.
Montale, E. Las ocasiones. Igitur. Tarragona, 2005.
Montale, E. 37 poemas. Hiperión. Madrid, 1996.

Artículos:
“Eugenio Montale y los crepusculares de Emilio Arnao ”:
http://emilioarnao.blogspot.es/i2008-11/
“Eugenio Montale. Las tres perspectivas de Elena Tardonato”:
http://www.tardonato.com.ar/lastresperspectivas.htm

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2 Comentarios

  1. Muy bueno tu blog. Tambien me gusta Montale, uno de mis poetas favoritos italianos. Saludos

    espero tu visita en mis buhardillas

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  2. Gracias José, por el comentario. Me alegra que te haya gustado. Escribo aquí, pero no es mio. Miraré tu página.

    Un saludo,

    Beatriz

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