Una senda atestada de minas, por Jaume Vendrell

Comenzar desvirgando una página para hablar de uno mismo resulta, cuanto menos, tan peligroso como caminar por una senda atestada de minas. Sobretodo cuando hay poco que decir.

Mis nalgas vieron la luz antes que mis ojos, el otoño agitado de 1976 en Barcelona. Me dedico a darle vida a las bombillas, algo que no hace falta que diga que es cero vocacional. Alimento mi organismo, físicamente hablando, conectando y desconectando cables, aunque realmente lo que me empuja a seguir adelante, es instalar las acometidas del subconsciente restableciendo así las conexiones neurológicas que unen cuerpo y mente.

Estoy aquí porque un día no muy lejano, comencé a reunificar conceptos, ideas, etc., para que no quedasen en el olvido más absoluto, y acto seguido plasmarlos en el papel. Lo que me llevó realmente a trazar trincheras sobre el cáñamo y sus fibras, fueron una serie de episodios negativos que sacudieron la parte más oscura de mi ser, aunque a una temprana edad, mi cabeza era ya un hervidero de metáforas sin sentido.

Llegó el momento, en que escupir mis pensamientos delante de la gente que me rodeaba fue el empujón definitivo para saber que la poesía era el camino que debía seguir: Muecas extrañas, miradas perplejas, el saberme incomprendido, etc.

También sirvió de ayuda para aventurarme y descarriarme por entre estas fases volubles de conexión entre mente y papel, el hecho de leer a autores autobiográficos como John Fante, Charles Bukowski, Iceberg Slim, William Burrougs, la poesía de Panero, Baudelaire etc., autores con los que en algún momento y por diferentes causas me he sentido identificado.

Mi aventura comenzó en los foros y de rebote, y a partir de ahí se han ido desencadenando una serie de acontecimientos que me han llevado a vomitar mi poesía en alguna lectura o a escribir este artículo, por ejemplo. Gracias a Marian Raméntol y a Cesc Fortuny, poetas de los cuales estoy aprendiendo muchísimo, (con los que espero llevar a cabo una serie de proyectos, poesía bajo acompañamientos sonoros, ruidos distorsiones etc.,) gente que ha confiado en mi y a los cuales les estaré hoy y siempre agradecido por brindar la oportunidad de volar a los conceptos y visiones existenciales que residen en mis propios escritos, para que los mismos, se desnuden y tomen aire ante más conciencias y percepciones.

Hablar de mis ideas sobre como debe derramarse o no una creación, ya sea a bordo de unos cuantos decibelios, o sobre una hoja, un lienzo, etc., sería como hablar de las figuras elípticas que esputa un cigarro. Con ello quiero decir que las musas podrían estar bailando un tango en el pasillo del metro, sin que por ello necesariamente suene Gardel por los altavoces del subterráneo. El silencio también es sonido, y lo mas insignificante un gran numen de por si…


Mi poética, tal como yo la siento, se podría resumir en este poema:

ROLLOS FÓNICOS


Posterga los rollos fónicos.
Lo mío es el rollo psicotrópico
que urde un bozal en estado de cuarentena.
Es la uva rubia
que hilvana tras el calabozo de cristal,
un “no te quiero” como una arcada de grande.

Es la pluma que atrinchera la existencia
tras la bayoneta de los nudillos.
La ansiedad
entre el esófago y el duodeno,
el precipicio del lastre prostituido de los pulmones.

Y cerdos en tanga estimulan sus caderas
sobre el humo asesino de un cigarro.
Y nace el poema bajo un enfoque soterrado en desventuras
mientras la muerte se muere de hambre y aguarda.

¿Estamos de acuerdo?

Creo que poco más se puede decir sobre lo que pienso del arte en general. Tengo la certeza de que los cánones que quieren etiquetar la creatividad, dibujan un cerco sobre la máxima expresión de la misma. Arte es todo y es nada. También tan escurridizo como una pastilla de jabón. Como ha de ser.

Un saludo a todos, poetas o no, y mucho vino, el cual siempre está presente en mis delirios a modo de ritual, tejiendo entre mi cerebro y el poema un cordón umbilical que me suele trasladar al recodo mas recóndito del experimento, a tensar la goma, a saltar la valla de los convencionalismos mas rutinarios… Salud.

Aquí os dejo una selección de mis poemas, que espero sean de vuestro agrado:


ARQUITECTURA DEL OXÍGENO

Los ensordecedores llantos de la muerte.
La indiferencia de la luz
y sus tímpanos.

Yace inerte un banquete para gusanos
al esfumarse el instante.

Han dejado de cotejar los fotogramas
sus estúpidos complejos.
De interactuar los parpados entre sí…

Las contiendas.
Restablecer las conexiones neurológicas
con el monstruo convaleciente
que vaga sobre el tálamo de tu interior.

¿A cambio de que?

Oscuridad vs. imagen.
El puñal lame la piel
y evoluciona hasta asumir el rol
del río que arrebata.

Vaginas horizontales.
Agorafobia en los fetos que vendrán.
El miedo a que el virus infecte,
lo que resulta impalpable para muchos.
La certeza.

El simple hecho
de taponar el grifo con la cal de los días.
De violar con el ímpetu de la sombra que se anticipa,
las grietas de los desagües.

Definición:

Arquitectura del oxígeno
tras la configuración morfológica
que impone el silencio…







EL KAOS QUE TE PROPORCIONA SABERTE VIVO

Nos sabemos obreros de la existencia.
Dueños del prójimo.
De sus labios erectos por la linde y comisuras.
De la luz. Electrodo que agrieta
la chapa de los párpados.

Del mismo modo, sabemos,
que al inhalar la mugre
se marchitan las mucosas.
Penetran estacas, sesgan la córnea,
naufragan bajo el bello desplomado del cuero.
Regadío empalagoso de masa encefálica.

También, de amasijos de carne esféricos, cutáneos,
dermis bajo el poro, pústula, llantos de suicidio
que arropan escollos óseos.
Inclemencia antinatural que inhuma la mueca,
que escupe luciérnagas
a través de la ignominia húmeda de la fosa
tras la sombra de un campanario.

Pulsión de los dientes,
revienta la luz que cede la garganta a la hebra,
línea trifásica, ungüento sobre el fusible del escroto.
Mentiras…

Sabemos,
que aquel día,
las cuerdas bocales anexionaron la flacidez a su organismo.
Habitaban destensadas.
No albergaron la fuerza suficiente
para perforar los tímpanos rencorosos
del pérfido espermatozoide con el alarido,
y el mismo, eludiera el óvulo.
Pasara de largo…

Pedúnculo que desvirga epitafios,
solicitud de clemencia
entre coágulos de llantos
que brotan de la misiva.

Apéndice que estalla pútrido
en el pueril intestino
y expele el cuerpo
hacia las fauces babeantes del gusano…


El edificio de una plegaria
se derrumbará sobre la carne cuando mueras, cuando dejes de existir,
mientras lágrimas ajenas
arañan la respiración del asfalto.

¡Bebed las llagas del útero,
madre del creador!

Dejad de respirar bajo la losa lóbrega
de un diluvio etílico.
Resucitad al séptimo desconsuelo,
lamed el excremento de vuestros sesos
ungidos sobre el lomo y carcoma
de la cruz de la vida…


LA MARIONETA QUE PENDE DEL HOMBRO

(Escuchando "Moon is throll" de O.D.I)


Han sido hábiles los vagones.
También los ojos
que ceden el culo
a las banquetas de los mismos.

El poema se vuela el cráneo
sobre la inquina acida de la bilis.
Las pezuñas aguzan vestigios,
en un remanso de espermatozoides con ballesta…

Suicidio de sílabas a ras de tímpano,
a ras del pene locuaz que atraviesa el silencio,
bajo el condiloma que escupe las córneas
por la presión de los auriculares.

Marioneta que pende del hombro,
que viola segundos,
con el dedo corazón erguido y cubierto de mierda
hasta la raíz del pedestal carpiano.

La jeringa inocula clamores
en las cuerdas sin sangre
que aborta la dermis.

Pegotes de existencia filtran su aliento
por la grieta de un reloj de arena infestado de colillas,
mientras la suela de la uva
traza socavones en la pelvis del sonido.
Cristal que regurgita la tierra por la cintura,
por la puerta de atrás del golpe.

Surco que talla el oxígeno.
Familia de rosas sin pétalos
degolladas por el puñal en huelga de hambre
que iza el pentagrama…

LA PUTA VERDAD

He aprendido a morir
sobre el tálamo de la existencia,
a instalar calcetines en los circuitos del cráneo,
a calzar mis pies con la caspa de los sombreros.

¿Y tú estimas, que el aire que nos sincroniza,
el que revienta sus forúnculos delante del espejo,
el que apedrea a la vida a través de las narices,
hace distinciones?

Estamos todos muertos
de antemano…





NECIOS

Hizo un pacto con el diablo
y le condenaron
al destierro.

Sucede en las mejores casas,
en los crepúsculos con parches de Domingos.
Ahí donde el esférico, rubricado con lo efímero de la sangre,
desvirga con vehemencia la trama.

No hay tregua.
La bola desea evolucionar
dentro del bombo
grávido
de los cánones.

Se ha evaporado el sollozo del eje.
Aguinaldo del cohecho.

¿Es esto lo que nos ha tocado vivir?

El futuro es ceniza
y viceversa.

Obsequio de la carne humana.
Apología de las moscas verdes, que garabatean
sobre la insolvencia del caos.
El pozo ocular,
transita por las extremidades
de las cucarachas.
Pasión linfática que siembra el orbe.

Los brazos del sol, suelen hacer el resto,
si descuidan algún cabo los buitres.
¿Por qué será?

El ojo ignífugo,
expone el lomo a la ojera.
Grilletes sombríos.
Rendijas que succionan los estatutos del anagrama.

Poesía. Eco
i l i m i t a d o.

Algunos se empeñan en acotar lo incalculable.



También eso a lo que etiquetaron -locura-
se descompone entre la soga, el rótulo,
la oscilación del hilo que ahonda la encía.

Vestigio de los necios.
Lengua de cieno y baba
que delimita la ignorancia…


NO ES ALLÍ DONDE SE MASTURBA LA ESPERANZA CON LAS CUATRO PATAS DE LA SILLA

De algún modo
entorpecemos su impulso.

Ese afán de progreso que anida en las piernas
mientras nos fumamos los mapas hechos cálamo.
Por donde asciende con vehemencia
la ceniza del tesoro
hasta que ahonda una trinchera
bajo el espectro de los pómulos.

No es fácil confiar,
en que palpes algún día con los sueños la punta de tu nariz,
si todos te inculcan desde el principio
que lo prioritario es lamer a todo trapo
el vértice de la cola.

Todas las venganzas del mundo
con disfraz de falsas sonrisas
desfilan por el corredor agrietado de los nudillos
mientras extorsionan con la baba de sus collares
al himen flexible del oxígeno.

Hay una alfombra de terciopelo.
Un equilibrista bajo una nube de plomo
que transita al límite, por la biografía discal de las vértebras.
Unos muslos entornados
cerniendo el esqueleto de una imagen.
El calor de unas nalgas en cuarentena.
La última puerta en llamas del laberinto,
que aún conserva el don de aplastarnos los dedos
contra el marco húmedo de una falsa mirada.
También el sentimiento doloroso que otorga el saber,
que no es allí donde se masturba la esperanza
con las cuatro patas de la silla…

NO TODO LO QUE NO SON LABIOS SON BESOS O VICEVERSA


Una tonelada de huesos y carne.

Las muelas del engranaje
despuntan cuando lo hace el alba.

Desfile.

Las baldosas bostezan.
Son conscientes del cruce de caminos.
De la tragedia y el bamboleo de sus deudas
sobre los lienzos oculares.
De la sonrisa invertebrada
que esboza el disimulo.

Todo es recíproco.

Aunque no todo lo que no son labios,
son besos o viceversa…


ONOMATOPEYA OPIÁCEA DEL VACÍO

Debí ser sólo semen.
Permanecer ahí. Quieto.
No cruzar el umbral evolutivo.
Rúbrica de soledad asida al pulso.
Derramada sobre el perímetro virgen de una servilleta de papel
que aplasta las fibras relegadas al olvido.

A salvo de ti, de mi aliento.
Del golpe en seco del esternón
sobre estas lágrimas en llamas, fragmentos del muro acartonado
que divide dos ventrículos de hielo.

Y no caminar de rodillas.
Tránsito, rótulas hendidas en el fango del alma.
Hoja afilada de espadas
que degollan el tiempo.
Senda que conduce a la onomatopeya opiácea del vacío…

Ovillos de estiércol
penetran el ano de agujas
con restos de carne y aullidos en la cúspide del vértice.
Remate de oculta sonrisa
estanca, pátina de la herrumbre
que fecunda sangre y corriente.

Palomas ciegas revientan el cráneo contra mi pecho.
Hilvanan con los restos de sus picos
la teoría del bienestar, que destila una mueca
por entre los muslos incandescentes del averno.

A veces, la soledad quiebra su anatomía
en dos segmentos. Rompe aguas sobre las fosas nasales.
Muestra la médula que retuerce el delirio
cual deslizadero divulgativo.
Expectoración erguida de alambres
que circundan el pasado…

Atributos húmedos arden
a través de la hojarasca y sus entrañas.
Esbozo de una boca que vomita grasa, coágulos de muerte,
afluente bermellón de las muñecas.
Beso afilado del recto de la botella.
Metamorfosis, nalgas de cristal, arma negra…

Soy el tendón que no quiso replegarse hacia la axila.
Soy el que rodea bífido el cuello
del ser que quisieron que fuera.
Amarrado a una viga de ceniza aguardo,
mientras el suelo engendra
en el útero hipogénico, socavones…

POR EXTIRPARLE EL CLÍTORIS A “SUPERNANNY”

La media noche.
Las heces que tatúan la palabra “Rosebud “
en el pubis del trineo
mientras me suicido…

Violar al corcho.
Circundar con la amnesia del hígado
sus anchas caderas.

La inhalación entrecortada del monóculo
está pariendo ojos
en techumbres borrascosas de ceniza.

Bajo el embozo,
hay dioptrías que esputan la leche por los senos
sobre el balde infestado de embriones.

Sueños.
Esa densa sustancia.
Niños muertos
por el sepulcro del sonido.

Mañana,
el ano volverá a ser ranura
para insertar monedas.

Una procesión de huesos sacro
allana la tierra previamente.

La zanja se prostituye.
El alambre erecto de una percha, profundiza en la piel.
Fosas nasales,
amamantan al oxígeno que se masturba
sobre el tálamo del polvo.

Arquitectura demolida de la ingenuidad…

El infante en busca y captura
tras el calabozo motorizado del espejo
por extirparle el clítoris a “Supernanny”,
por escupir sobre las grietas,
sobre esa cierta estupidez progenitora
que tensa la goma del ciclo…

QUE SE JODAN AHÍ FUERA…APLAUSOS

Una botella de vino
exigua de ideas.

El final vence al principio.

Tal como lo hace la vida…

La broza
se inyecta azufre
en los suburbios frondosos del pecho.
Aras ancestrales podridas
bajo bóvedas con las traviesas famélicas de optimismo.
Nervio principal de la fronda con hemorragias,
sabia voluble sobre la cuchara que se retuerce de dolor
por la contorsión telepática de la herrumbre.

El cenit de un puente
padece artritis reumatoide desde los cimientos.
Hernia discal del lapso
en el confín de la noche.
Monóculo del alba
desvirgado por la radiación de la tormenta.

Nos ciega el vómito acerado del futuro.
Esa cierta sobredosis de abstinencia,
obelisco estresado que penetra el ano de la demora.

Todo anhelo pende unido a los pezones del fracaso,
litoral sugestivo de la hormona,
balanza que vierte secuencias de la vida al vacío
bajo la tutela irresoluta de la distancia.

Un tsunami hidrófobo,
golpea con dureza el despeñadero
tras las hendiduras de las manos
y ensucia los tobillos de la página.

Las intuiciones,
tarde o temprano cobraran vida.
Inmolación desde el bombeo de la entretela
hasta la vagina dilatada de la herida.
Mangoneo de ciertos tendones de papel
sobre el horizonte escarlata del antebrazo.

Adagio equino de sal
que pisotea las úlceras de los ojos.
Se desboca
la flema hipócrita avinagrada.
Arquitectura del guiño
tras la prensa gallarda de los párpados.

No somos machistas,
tampoco feministas.
Solo suelas de goma obturadas,
entre los colmillos del engranaje
que nos destripa en los reservados de la cuneta.
Cenefa parda de tacones, traspié
que moldea los bronquios del asfalto.
Las aceras sufren de pulmonía.
No somos nada…

Se desploma la orina por los genitales del espejo,
ególatra ante la bofetada y brillo
de la luna que os observa.
Deshonra intrincada que advierte
la viabilidad profana de la metáfora.
Como el desagravio bucal que proporciona
el émbolo del palillo mientras desvirga la ambigüedad
que se masturba entre los dientes.

La cobra erecta hasta los colmillos
nublados de narcisismo.
Cristales rotos, cardo del anagrama
que cae desde la vejiga de la imagen…

Un somnífero elíptico
desarraiga bostezos,
de las huellas dactilares
de la esencia.

Aúlla la ceniza erguida,
tras violar el pulmón del lobo irreflexivo de cerumen,
que puebla los locales insonorizados
de los oídos…

Asido a la fuerza de la palabra,
un sonajero tribal
perfora el himen tupido del silencio en la sala.

-Que se jodan ahí fuera-,
me digo entonces.

Aplausos…


TODOS Y CADA UNO DE NUESTROS CEREBROS, SERÁN INTERROGADOS DÍA TRAS DÍA POR UN SÓTANO DE LA GESTAPO…


No hay razón objetiva
que justifique
la convulsión disonante de los maléolos.

No hay razón para alarmarse.

Es cierto.
Habita una rata de peluche inalámbrica
en la cloaca de alguna esquina teledirigida
del bulbo raquídeo.

Recogimos hace ya mucho, el galardón de un cheque sin fondos,
a manos de ese clown sonámbulo
que gestiona entre el suicidio del pitillo
una tómbola de ceniza.
Reja cefalea
tatuada por onzas de musgo lúbrico
en los urinarios del área motora del lenguaje hablado.

Destripamos músculos de ropa, porciones de envidia.
Visualizamos imágenes de células anoréxicas
que devoran los cimientos de un cadáver.
Andamiajes renqueantes de la bilis sobre el espejo.
Alegoría tridimensional del cuerpo expuesto al vacío
desde el ático de nuestra bulímica conciencia.

A la muerte asfaltada se le desploman las claraboyas
sobre la radiografía de una sonrisa.
Barranco y ventosa del eco
que escupe la tráquea de una barra de labios.

Sábanas extendidas
frente a los ojos tuertos de un sol con equimosis.
Efluvio del esperma sobre el ombligo hipócrita del aire.
Sucedáneo oculto en el barrizal melancólico de un ropero…

Hay una llave
que oscila vuelta y media sobre sí misma
a través de la vulva engrasada del desengaño.

El falo metálico languidece
ante el credo opaco de la herrumbre.

Ramos de amapolas de opio
tronchan la arteria del polen
sobre un rompecabezas de esqueletos.
Se acurruca junto al cieno y la mueca ambigua de las lombrices
lo que queda de un suspiro poliquístico.

Es en el pozo de la mentira
donde reside la carne
bajo el alter ego de las sombras.

Donde perecen los cerebros borrachos
por la supuración vaginal
de una jauría de píxeles toxicómanos
que cuadriculan el disfraz esférico de los globos oculares…

Hemos devorado con nuestros colmillos de éter
una tonelada de mazorcas informativas con condilomas.
Lo único que realmente importa
es lamer vía satélite el cañón de un revolver Beretta
después del telediario de las nueve.

La cremallera del recto sufre piorrea por estrés.
Se descarrían sus dientes
entre el carbón y lo venéreo de las nalgas
de una pira motorizada con el carné de la abundancia.

Hay una caja fuerte en el diván frente al TV.
La clave numérica que se nos asignó
sufre hemorragias de mercurio.
Las moscas verdes que pueblan el intestino sacian su sed.
No quedan tubos de Hemoal
en las farmacias de la ética.
Tampoco cápsulas de Viagra para la flacidez del espíritu
que nos sostiene…

No hay razón para alarmarse.

Todos y cada uno
de nuestros cerebros,
serán interrogados día tras día
por un sótano de la GESTAPO,
mientras las ventanas y el vahído de los ojos
arañan el marco de la autoestima que se resiste…


UNA FORMA DE EDUCAR MUY RESPETABLE

Cuando las palabras devoren
el asfalto cubierto de marionetas
a 220 soberbias la hora,
no serán mis lunares
los que desamparen el peaje de la dermis
a bordo de cientos de lianas.

Ellos saben que hay un pene que regurgita tegumentos,
mucha vena que expira debajo de los puentes,
la sinuosidad de un tobogán, fijada sobre el lomo de los ríos,
la desembocadura de sus deltas al cuadrado
en las fauces automatizadas de las lombrices,
el joystick ladrón de huellas equinas
violado por el tullido corcel, que hiende las herraduras con sarna
en la llaga sanguínea del desespero.

También saben que hay un niño,
un charco de semen urdido por un lazo y una sonrisa entre sus manos,
una boca que dicta sentencias y escupe,
escupe barro sobre los pezones reflectantes de la lumbre
y grita…

-¡A la habitación!
Hay una epidemia que nutre las coordenadas de la pira
y es importantísimo evitar que inhales el humo-

Una forma de educar
muy
respetable…

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5 Comentarios

  1. Poesía de entrañas, me gusta.

    Abrazos Jaume!

    Gio.

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  2. Jaume, hermano de vino!!!!! En los foros nos conocimos (puf, qué rima) y por aquí se gui mos.
    Y es una alegría ver como se despliega tu poética dura, insistente, lacerante. Siento que "hemos", digo en plural por esto de leernos desde hace mucho, mucho, crecido un montonazo (así como tus rastas!!!!)
    Entonces, Jaume, yo también brindo con vos: brindo por tu vida, por tu quehacer artístico, por tus proyectos, por tu amor.
    Salud y abrazo, con todo cariño y admiración.
    Otro abrazo para Marian y Cesc, siempre agradecida también.

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  3. Lo más genial es el clima que se genera cuando rapeas, sin saberlo.

    Bea

    (La compi de escena de Monistrol)

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  4. Bien, en primer lugar gracias a Marian y a Cesc, por sacar mis mierdas en la nausea, bueno, mis mierdas y mi cara de pan de payés, jejeje...Gracias a los dos, sois cojonudos...


    Señor Gio, gracias por dejar tu impronta, en este barreño lleno de vísceras y microorganismos que salen de dentro y se caen por la boca...Un fuerte abrazo compañero...


    Bibi, si, ya hace un tiempo que nos conocemos y tienes toda la razón, hemos crecido y crecido,(así también mis rastas, jeje) fijandonos los unos en los otros, extrayendo pinceladas y conceptos para luego aplicarlos a nuestras historias jamás contadas, que por otra parte, han ido adquiriendo una marcada personalidad, que a mi se me antoja muy auténtica y sobrada de fuerza...Bibi hermana, eres una grande...salud por ti...Gracias...



    jajaja, si Bea, solo me falta el tipico "hey man"...Realmente sale un rap de cojones, distinto a todo lo que hay por el mercado, y sin darme ni cuenta...jajaja...Abrazos fuertes y también besos compañera...Gracias...

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  5. Pues muchas gracias Jaume por contar cosas de tí, de tu poesía.
    Abrazos.

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