Yessika María Rengifo
Castillo. Escritora colombiana. Docente, licenciada en Humanidades y
Lengua Castellana, especialista en Infancia, Cultura y Desarrollo, y
Magister en Infancia y Cultura de la Universidad Distrital Francisco
José De Caldas, Bogotá, Colombia. Desde niña ha sido una
apasionada por los procesos de lecto-escritura, ha publicado para las
revistas Infancias Imágenes, Plumilla Educativa, Interamericana De
Investigación, Educación, Pedagogía, Escribanía, Proyecto
Sherezade, Monolito, Perígrafo, Sueños de Papel, Sombra del Aire,
Plumilla y Tintero, Chubasco en Primavera, Íkaro, Grifo, La Poesía
Alcanza Para Todos, Ibidem, Narratorio, Piedra Papel & Tijeras,
Extrañas Noches, Cadejo, Microscopías, Psicoactiva, Ágora, Con voz
Propia, Un Mar de Letras, Cheshire, Luke, Revolución. Net, Venga Le
Cuento, Carcaj, Nudo Giordiano, Contrapunto, El futuro del ayer, hoy,
Fundación Cesar Egidio Serrano, Acceso Didasko, Letrambulario,
Cultural Siete Artes, Letrantes, Puro Cuento, Temblor Asidero
Poético, Kundra, La Galera, Tu Breve Espacio, Anaquel Literario,
Archivos Del Sur, Tártarus, Tertulia Literaria Mundial, Letras en el
andén, etc. Ha participado en diferentes concursos nacionales e
internacionales, de cuentos y poesías. Autora del poemario: Palabras
en la distancia (2015), y los libros El silencio y otras historias,
y Luciana y algo más que contar, en el librototal.com. Ganadora del
I Concurso Internacional Literario de Minipoemas Recuerda, 2017 con
la obra: No te recuerdo, Amanda.
LA VOZ POÉTICA DE YESSICA M. RENGIFO CASTILLO
Luna
Absorta
y fría, saluda
al
triste cielo de nubes;
y
las pálidas estrellas,
lloran
tu ausencia,
Luna.
Las
magnolias
Tan
dulces y cotidianas,
saludan
al azul del cielo,
que
juega con el arcoíris.
En
el amoroso invierno,
que
danza con piedras rojas,
en
el corazón de los amantes.
Las
magnolias,
regalo
de la primavera.
Soneto
al viejo
Viejo
en cuyas arrugas se va la vida
como
las azucenas en la noche;
viejo
el de las historias encantadoras
y
los besos en la frente.
Todo
está mal: tu partida me devasta,
las
lágrimas de mis ojos no cesan,
el
frio de mis manos es constante,
y
el otoño arrasa con los recuerdos (…)
la
muerte es natural pero duele.
las
estrellas en el cielo son bellas,
excepto
mi corazón, que llora
tú
ausencia.
La
escuela
Era
precioso el grito de los niños
en
las montañas.
pero
era más precioso
verlos
en el salón
con
sus tareas
y
preguntas al mundo, que atormentaban sus encantadoras mentes.
La
escuela,
casita
de cristal de aventureros.
El
agua
Tan
calidad y tormentosa,
sacia
las manías,
de
los amantes.
Tan
fría y tan pura,
te
vuelas del cielo,
a
la difícil tierra.
El
agua,
se
pierde en manos despiadadas.
1 Comentarios
ResponderEliminarFelicitaciones!! Escribe precioso.